lunes, abril 27, 2009

Las concesiones y la conexión con la meseta.

La conexión de Asturias y la meseta ha sido desde tiempo inmemorial la mayor traba para la correcta integración del Principado con el resto de la península. Referido a esto, las últimas elecciones generales se caracterizaron por la promesa de eliminar el peaje del Huerna, que el Presidente del Gobierno dio.

Al hilo de este incumplimiento (lógico por otra parte debido a las peculiares características de la concesión del Huerna) y de la polémica que últimamente se genera proponiendo, de forma inútil y sin criterio alguno, la construcción de una nueva carretera alternativa al peaje, se pierde el horizonte la piedra angular de la problemática que es la ausencia de calendario para la llegada del AVE al Principado.

El pasado fin de semana, el neoministro Blanco aseguró que no podía condenar a Galicia «a perder el tren del futuro durante un siglo», y con esta argumentación accedió a modificar el trazado del AVE entre la provincia de Zamora y Orense para que alcance las máximas prestaciones, separando las mercancías y los pasajeros. Quizá no todas las ampliaciones de las líneas de alta velocidad puedan ser de “primera”, de máximas prestaciones, pero sin duda que la solución no pasa por someter a algunas conexiones al anacronismo de una red de alta velocidad que tuviese dos categorías. En este caso, el anacronismo se representa en un trazado con un tráfico mixto de mercancías y pasajeros.

El calendario de puesta en marcha de la línea de alta velocidad a Asturias es un pozo de trampas. Un cúmulo de despropósitos que se confunden entre el poco interés de las empresas constructoras por terminar obras poco rentables y la falta de liquidez de la administración.

Algo de culpa, quizá también producto del poco peso que el socialismo asturiano tiene en Ferraz. ¿Lo cambiaremos algún día? ¿Dejará Asturias de ser una Comunidad de tercera?.

viernes, abril 17, 2009

El falso miedo a la deflación.

Hace un añito por estas fechas existía en la clase económica un enorme miedo a un excesivo incremento de la inflación. Entendidos, técnicos y políticos se dedicaban a criticar la política económica de los países de la UE en general y de España en particular, ajenos a la convulsión económica que con sigilo se cernía en el horizonte.

Un año después, la preocupación es justamente la contraria. La crisis y los elevados precios pretéritos del petróleo hacen que el miedo actual se centre sobre la ya real deflación.

La deflación, por definición, es la bajada generalizada del nivel de precios de bienes y servicios en una economía. Teóricamente se trata de una situación que está generada por una ausencia de demanda y un desinterés del consumidor sobre los productos ofertados.

Si se coge el libro más básico al respecto, dirá que la deflación es una situación tremendamente dañina y maligna para cualquier economía. Con los precios bajando, la demanda cae porque el consumidor no compra ante las expectativas de que todavía bajen más los precios. Y si los comerciantes no venden, además de aumentar el despido, se verán obligados a bajar más los precios siempre y cuando cubran costes. Esto acaba con la actividad cerrada y sin empleo.

La situación económica actual está, en todo, fuera de lo conocido y de lo teorizado por economistas durante siglos. En esto de los precios también.

Los motivos deflacionarios son absolutamente inusuales y la caída del precio de bienes que estaban desmesuradamente sobrevalorados no deja de ser la vuelta a la normalidad de elementos que eran una incorrección en el sistema, por eso las soluciones deben salirse de lo normal.

Afortunadamente, la realidad es que en este caso y aun saliéndose de los libros, la virulencia del efecto de la deflación va a ser mucho menos catastrófica. Esta vez el consumo volverá el solito a sus normales cauces, suerte que tiene la nueva ministra.

miércoles, abril 08, 2009

Infamias varias del PP de Madrid.

A veces pienso que la izquierda en Madrid se ha empequeñecido de tal manera que no es capaz de plantar cara a la cara de Esperanza. Me duele que no se hagan más duras las críticas hacia las infamias que constantemente la presidenta y su pléyade de aláteres vierten constantemente hacia el socialismo madrileño y español.

Ya no sé qué tiene que pasar para que se vaya a los tribunales una vez sí y otra también, ante las acusaciones que la desfachatez de los fachas, (valga la poética aliteración) tienen el gusto de dejar a modo de perlas en sus diarias declaraciones.

Lo de ayer fue un claro ejemplo. Por un lado, Esperanza, que esta legislatura se ha olvidado de la obra pública por completo, acudía a modo de venganza (acompañando a la torpeza de José Blanco) contra Magdalena Álvarez a la toma de posesión del nuevo ministro de Fomento.

Antes volvió al discurso victimista que tanto gusta en la capital del reino y tras señalar que no tenía nada contra Álvarez, "en lo personal", la dirigente autonómica volvió a mentirnos a todos diciendo que "en Madrid durante la estancia de Álvarez en el ministerio, ha habido cero euros en obra pública nueva", al tiempo que le recriminó que haya tardado seis años en acabar una estación de Cercanías en un sitio tan emblemático como es la Puerta del Sol, mientras que el Gobierno regional ha realizado en tres años más de 90 kilómetros de Metro. "Esto demuestra un desprecio”. Amiga, en los tres últimos años si que ha habido cero de inversión y mucho endeudamiento en las cuentas de la Comunidad, de ahí que se le quite dinero a la sanidad y a las universidades públicas de Madrid. No nos tome el pelo, señora.

El cúmulo de mentiras y de tonterías que recoge esa frase es casi de record mundial. Aún así, nadie ha reprobado este discurso a la presidenta, ni dentro, ni fuera de Madrid. No lo entiendo.

Para más inri, las mentiras, contubernios e infamias continuaron en la misma Asamblea de Madrid al hilo de las nuevas licencias de radio.

Recuerdo que el Gobierno de Esperanza Aguirre adjudicó el pasado 27 de marzo un total de 21 emisoras de radio a distintos medios de comunicación y empresas afines a la derecha y a la ultraderecha madrileña, incluso una de ellas, Tumbo de Privilegios S.L., posee un administrador, Fernando Sánchez Lázaro, que está relacionado con el "episodio tan negro de la democracia madrileña, el 'Tamayazo'". Por cierto, aviso a navegantes que Tamayo aun se puede pasear por la vía pública con libertad sin que los millones de madrileños a los que nos estafó, le escupamos cada día. No importa, él ya cobró de los amigos de la derecha lo estipulado.

Allí el portavoz correspondiente del PP de cuyo nombre no quiero acordarme tuvo la desfachatez de decir que nadie del PSOE o de IU puede echar en cara nada del proceso porque tiene un montón de alcaldes y concejales imputados a lo largo de la Comunidad de Madrid. Afortunadamente este señor que obviamente tenía una notable embriaguez olvida que en la Comunidad de Madrid son los menos los Ayuntamientos gobernados por la izquierda, se le olvida la mera estadística y se le olvida la operación “Gurtel”.

A este tío hay que meterle una querella ya, para evitar que crea que puede decir esto cada día que le plazca y que se avergüence de sus declaraciones.

Izquierda de Madrid, una vez más, espabilad.

martes, abril 07, 2009

El país no es el partido.

Es práctica común entre nuestros políticos eso de no ver más allá de los colores del partido a la hora de los nombramientos. A veces eso de pagar algunos “marrones”, a veces eso de contentar a “corrientes” y otras porque sí.

La práctica común se extiende desde la menor de las diputaciones hasta la Comisión Europea, desde el más insignificante ayuntamiento hasta el Consejo de Ministros. Y ahí quería hoy llegar.

Sin duda es noticia el cambio de ministros de esta mañana, la ruleta de nombres que ya había sido adelantada por medios de comunicación desde el lunes y que no ha venido más que a confirmarse, para a veces sorpresa, a veces perplejidad.

Os puedo prometer que voy a particularizar lo mínimo, pero también os adelanto que no voy a ser capaz de resistirme, mi mente tecnócrata no me lo va a permitir.

Pero antes quiero aclarar dos cosas que no me entran en la cabeza ya entrado en los treinta: la primera es cómo en un mundo con una especialización brutal, en cada uno de los puestos de trabajo de la sociedad, cómo en una época en la que se busca el aportar un valor añadido a cada una de las áreas productivas, no sé cómo puede ser que eso no se note en la mayor parte de los casos de la cohorte ministerial. La segunda de las cosas, un poco ligada a la anterior es que tampoco entiendo el “Ministro Profesional” que puede cambiar de cartera como de chaqueta, que igual le da mandar sobre las presas que sobre las universidades… Ambas paradojas mentales propias, cierto que con algunos aciertos, se entremezclan en las caras nuevas del Consejo de Ministros.

Ligado a esto, como decía antes, no me resisto a personalizar ambas en dos nuevas caras del Gobierno de Zapatero. Primero la capacidad camaleónica de Trinidad Jiménez que lo mismo habla de semáforos en la M-30 como de cooperación iberoamericana, como ahora de sanidad. Me parece un tanto chirriante.
Pero lo que se lleva la palma, la palma de oro como en el festival de Cannes es lo de José Blanco en fomento. Como técnico, no lo entiendo en absoluto, como aficionado a la política tampoco. Por un lado porque creo que éste es un ministerio eminentemente técnico, con decisiones puntuales que requieren cierta carga de conocimientos del medio, (que Magdalena creo que tampoco tenía). Por el lado político porque a pesar de ser uno de los ministerios que más luce, (inauguraciones, charlas, cursos, planes varios) creo que no se le puede dar a alguien tan, tan de partido como es José Blanco, sólo valdrá para el chascarrillo, la chanza, la confrontación y la gresca. A los hechos me remitiré, aunque Zapatero le tuviese ese capricho concedido tiempo atrás.

Yo que Blanco, sacaba una “EHE-09” (Norma del hormigón estructural) para poder firmarla como Magdalena Álvarez, total tanto monta…