Alfonso Field
miércoles, febrero 17, 2016
El recambio, que no el cambio. Adiós a Alfonso Field.
domingo, febrero 07, 2016
Hay que evitar las cantadas, Carmena.
viernes, febrero 05, 2016
Te están engañando, Pedro.
martes, enero 19, 2016
El único que quiere salvar el PSOE.
miércoles, enero 13, 2016
Cataluña sin vísceras.
jueves, noviembre 26, 2015
Españoles al rescate.
Se repite la historia. Sí, unos meses después de que todos los contribuyentes hayamos perdido muchísimos miles de millones de euros para parchear los desmanes de los políticos que gobernaban las cajas, y recuerdo, que es sin ver a un solo de sus dirigentes pagando con cárcel ninguna de sus temerarias decisiones, que tomaban mientras se embolsaban sueldos astronómicos, entramos de lleno en un nuevo debate sobre el rescate de ABENGOA.
ABENGOA, ha sido durante años puesta como ejemplo de una gestión modélica, de inversiones punta en tecnología y como buena empresa española estaba endeudándose por encima de sus posibilidades.
ABENGOA, pertenece a unos cuantos accionistas mayoritarios entre los que se encuentra la familia Benjumea, elite oligarca capitalista sevillana, que ha campado con los distintos gobiernos a su antojo por el mundo de las licitaciones, desde la dictadura hasta hace dos días. A estos propietarios se suman los pequeños accionistas víctimas, en este caso, del mercado variable.
Pues ahora no hay más que voces pidiendo que se rescate, que se nacionalice o que se haga lo que se tenga que hacer para no dejar que se hunda. ABENGOA ha movido contratos, subcontratos, ha ganado licitaciones a otras empresas privadas en libre competencia, han sido los reyes de las subvenciones a las renovables y para ello se ha ido endeudando hasta el punto que el acuerdo que el otro día le ofrecía a GESTAMP era el timo de la estampita empresarial, con un regalo envenenado de más de 1.000 millones de euros en deuda. Afortunadamente para ellos, los vascos dijeron que no.
Y eso en un país como éste, ¿Cómo se recompensa? Pues fácil. Si eres una empresa cercana a los partidos políticos, a las instituciones y tienes una puerta giratoria del tamaño de la grande de la Maestranza… pues a escote entre cuarenta y tantos millones de ciudadanos.
Pues ahí andan en el debate, seguro que tema del día del Consejo de Ministros de mañana. Ya lo veo, Soria, Soraya, Montoro insistiendo por el rescate, y conscientes del apoyo que tienen en el principal partido de la oposición cuyas relaciones con ABENGOA, sobre todo en lo que a la Junta de Andalucía se refiere y además de la que implican que en el consejo de administración estén destacados militantes como Josep Borrell y Luis Solana, deseando todos ellos que la ciudadanía se vuelva a rascar los bolsillos para poder salvar a más ejecutivos forrados, a otra tanda de inversionistas temerarios, en definitiva a esa gente que no somos ni tú ni yo, que juegan a ser trapecistas, pero con red, una estatal red.
Ahí tenemos, por tanto, el albor de la mayor quiebra empresarial de la historia de España muchísimo mayor que la de MARTINSA-FADESA, record nacional hasta el momento. Con el 75% del negocio fuera de las fronteras (gran imagen para la Marca España) y que ahora mismo tiene muchísimas papeletas de que la vas a pagar tú, eso sí, conmigo.
domingo, noviembre 01, 2015
Vaya ensalada para las elecciones.
A prácticamente un mes y medio de las elecciones generales más inciertas de la democracia, la verdad es que el Gobierno ha conseguido, o le ha salido de carambola (apuesto por lo último), que sea tanta la amalgama de temas que están sobre la mesa que va a poder evitar hablar de los temas que realmente importan.
Sobre la mesa y como tema recurrente, un clásico, la unidad de España, ¡qué nos gusta ese tema, a qué sí! Permite sacar toda la artillería verbal, hacer gestos de autoridad al sol, y que el Gobierno se muestre fuerte le favorece.
Unas pocas sandeces de la OMS, Venezuela, las agencias de rating actuando a dictado del Gobierno para dar una ayudita semanal con la amenaza de que si llegan los malos igual se les acaba el chollo, la banca hablando contra Podemos y contra los catalanes, el miedo a la inmigración, refugiados…
Pues todo eso despista. Despista sobre el debate en el que habría que centrarse las próximas seis semanas. Deberíamos centrarnos en saber qué tipo de país queremos. Si queremos que todo siga igual que los ejecutivos del IBEX 35 hayan aumentado sus ingresos a costa de la crisis, de la clases más desfavorecidas trabajadora que cobra 70 veces menos. Si queremos que las grandes empresas sigan pagando menos impuestos que los autónomos… Si queremos servicios públicos o no, si queremos seguir gastando la famosa “hucha de las pensiones” por no subir los impuestos electoralmente… O si queremos seguir encontrándonos miles y miles de profesionales formados españoles trabajando para otras economías.
Vamos, que a mí, si España es de diecisiete, dieciséis, quince o ninguna autonomía me da absolutamente lo mismo, lo importante es el contenido, y ahí estamos muy lejos de ser un país equitativo en lo económico y en lo social y tan lejos de esto, como de que la recuperación de la que habla el Gobierno sea verdad.