viernes, julio 18, 2014

Una vuelta a las primarias.

Ya pasó casi una semana de las concurridas primarias y parece que conocemos a Pedro Sánchez desde hace años.

Pero la realidad, humilde opinión, pasados unos días y sin quitar un ápice de mérito al ejercicio democrático sin parangón en la política española al que el PSOE se ha agarrado con tabla de salvación 2.0, es que no se ha aprendido nada.

Los vicios están ahí y siguen siendo los mismos. Cuando se desea regenerar un partido político en declive, como está el PSOE, curiosamente aun viciado cuando su cuota de poder es ínfima comparada con la que tuvo un lustro atrás, tienen que romperse con todas las ataduras, pero… ¡ay amigo! sin cadenas y ataduras no tienes apoyos y sin apoyos pasas a ser un residuo político.

Ahí entra la figura de Susana Díaz, tabla de salvación original, que sin haber ganado unas elecciones en su vida, gobierna Andalucía, con altibajos y gracias a la ayuda de IU y que tiene la espalda enrojecida de todos las palmaditas y empujones adelante que lleva soportadas en el último año. Eso sí, ella en este rol se siente comodísima. A ella se giran todas las miradas, todos los comentarios, todos miran su dedo, y su dedo se movió en dirección Sánchez.

Y la pena es que todo se ha vuelto a repetir, a nivel estatal, donde me sorprende que de repente le salgan tantos partidarios a Sánchez en Susanalandia, votos que inclinan la balanza, y que en cada agrupación local unos se alineen con unos y otros con unos, como siempre, en la dicotomía permanente para demostrar el poder de cara a las primarias municipales.

Al final ganó el más moderado de los tres candidatos y curiosamente, el del discurso político de menor calado. El más tibio y a la par el más liberal (por no decir más centrista, o más a la derecha).

Y tras la victoria el paseo Ferraz arriba de la mano de Susana, como perro que orina las esquinas de su territorio.

Lo mejor, la irrupción de Pérez Tapias. Eso sí me pareció nueva política. Redes sociales, discursos con calado, poso político, asociacionismo, movimiento, un ejemplo. Un discurso que encandila, pero sólo a su grupo más cercano y a los libre pensadores, sin rémoras ni deberes.

La militancia del PSOE no está tan a la izquierda de su dirección como se decía. Una lástima.

Cambiando la cara, la experiencia demuestra que no se cambia el alma, por muy guapa que la cara sea. No obstante, suerte.

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lunes, julio 07, 2014

Jueces verdes.

En el estado español existen tres grandes asociaciones de jueces, dependiendo de la ideología de sus componentes, en una de las anomalías del sistema que nunca comprenderé ya que insulta la independencia judicial y que todo el mundo ve normal; Francisco de Vitoria, Jueces para la Democracia y Asociación Profesional de la Magistratura.

Como buen espejo de la sociedad española donde el ecologismo es una rareza del sistema, cosa de friquis y perroflautas, no hay una asociación de jueces ecologistas. Conste que entiendo a los señores jueces, ¿para qué? ¿Qué utilidad puede tener eso si no me va a servir para identificarme como nada, si de aquí no iba a tirar nadie para defenderme o para poder medrar en mi carrera?

Como resultado de esto, las opciones de que el medio ambiente tenga alguna sentencia favorable escasean, siendo eufemísticos. El medio ambiente es siempre víctima, una víctima molesta que siempre pierde sus juicios.

Al hilo de esto, dos sentencias muy recientes lo demuestran. Por un lado el Supremo que el pasado 24 de junio desestimó los siete recursos planteados contra el decreto de marzo de 2012 que autorizó las prospecciones petrolíferas en aguas del archipiélago canario. Por otro lado, un día después, la sentencia del Tribunal Constitucional que anula la ley que el Gobierno autonómico cántabro había promulgado contra el fracking en su territorio.

Casualmente ambos altos tribunales dieron la razón a la política, primando en ambos casos la posible rentabilidad energética, frente al respeto al medio ambiente. Dicho de otra forma, a ambos tribunales la concienzuda y científica gestión de riesgos que ponía en un lado de la balanza el beneficio energético del país, (siendo generoso y pensando que sus señorías no tienen en la mente ni siglas políticas ni logos empresariales) y por el otro la preservación medioambiental, le salió contraria a la víctima.

Nadie acusará de prevaricación o de torpeza a los jueces si algo sale mal. Si el video en youtube del americano que prende fuego a su agua corriente se repite en el Valle del Pas, o si unos hilillos de plastilina llegan a Lanzarote, porque la víctima seguirá siendo víctima, ensañada, pero víctima.

Particularmente me sorprende que, como es el caso del fracking, se puedan dictar sentencias sobre una técnica cuyos posibles daños se desconocen, que no están suficientemente investigados y/o en el peor de los casos dichas investigaciones se entierran a base de dinero e intereses creados.

Una pena que no exista ninguna bolsa de jueces verdes de la que algún miembro tenga la suerte de que de vez en cuando pueda tocarle un caso de estos y estar seguros como lo están otros en sus casos, que en este caso la víctima callada va a estar sobreprotegida. Una pena, nunca pasa.