miércoles, diciembre 15, 2010

Las políticas aplaudidas no son las políticas correctas.

Aunque la vorágine de acontecimientos de los últimos días: controladores, Berlusconi, mercados, huelgas… es una constelación de asuntos sobre los que postear, quiero hacer un inciso sobre cómo la opinión pública, política y periodística aplaude las políticas del pensamiento único, de lo que los mercados premian con unas generosas décimas del índice que sea y como hasta la opinión pública es equivocada por numerosas fuentes, lejos de la realidad, en función de los intereses capitalistas de siempre.

Y mi reflexión comienza con el unánime aplauso que los estamentos políticos europeos y hasta los “malvados” mercados, dieron al Decreto Ley del 3 de diciembre, sí, el mismo que desencadenó el sinsentido de los controladores, donde se abría la puerta a la privatización del 49% de algunos de los aeropuertos españoles. En ese Decreto en el que además de dilapidar patrimonio patrio y eliminaba, entre otras cosas, la prestación para los parados que agotaban la prestación.

El primer aplauso vino por parte de la Unión Europea que valoró de una forma “muy positiva” las nuevas medidas que España tomaba. Pero a la par de estos movimientos, en otros estamentos el agua sigue la misma corriente, Mercamadrid va a ser privatizado en breve, al igual que el Canal de Isabel II, y la lista de casos es interminable.

Parece ser que eso es lo que quieren los “mercados”, parece ser que eso es lo que desean los estamentos financieros europeos, parece ser que es lo que aplauden los especuladores, que tienen otro pastel del que participar, parece que eso es lo correcto y que es lo que hasta la oposición aplaude.

No. No, y mil veces no. Deshacerse del patrimonio en época de crisis es un craso error. En estos momentos, los activos públicos están devaluados y los compradores acuden a la venta en situación de evidente superioridad. Ya pasó en el mal llamado “milagro español” de Aznar donde se malvendieron joyas de la corona públicas que se pusieron en manos de amiguetes y favorecidos a precio de saldo. ¿Y después? ¿Cómo se afrontarán las crisis cuando el patrimonio público no exista?

Y mientras tanto, el Eurogrupo niega la creación de un Fondo Monetario Europeo que pueda comprar deuda y pueda gestionar de manera autónoma, la compra o venta de deuda de los países miembros del euro. ¿Por qué? ¿Acaso es porque suena al malvado intervencionismo?

Mi postura es clara, y supongo que conocida, el patrimonio público es garantía de futuro y sin duda, margen de maniobra para el tiempo venidero. Malvender el país, la comunidad autónoma o los ayuntamientos, sólo son medio pan para hoy y hambre para mañana, o igual para esta tarde, por mucho que te aplaudan, que tu diferencial de deuda baje o algún periódico rival te dedique un cariñoso titular.

Etiquetas de Technorati: ,,

sábado, diciembre 04, 2010

Mirando a Cataluña.

Ha pasado una semana desde que las urnas en Cataluña dictaron sentencia en contra de Montilla. Sólo una semana, ¿eh? Porque entre goleadas, controladores y mercados, parece que las elecciones catalanas fueron hace meses, ¿verdad? Al menos esa sensación en lo personal tengo.

Y no me resisto a hacer mi pequeño análisis del resultado de un juicio que nunca tuvo abogado defensor, (tanto Montilla, como todos sus socios del tripartito se daban, incomprensiblemente por condenados desde que les llegó la citación).

Al final, una incontestable victoria de Convergencia, que promete ser el inicio de un ciclo similar al del pujolismo, que tiene que se interpreta con las siguientes claves:

La primera es que, como siempre pasa con los partidos de derecha, aunque sea la derecha nacionalista, la corrupción no les pasa factura alguna. Ha sido incesante el goteo de casos de corrupción con los que estas dos legislaturas, el levantamiento de alfombras ha ido salpicando, que ha pasado ampliamente desapercibido para el electorado.

La segunda es que el tripartito, en una segunda legislatura mucho menos convulsa que la anterior, ha sido incapaz de poner en valor los logros en autogobierno y los avances de las políticas sociales, que a mi modo de ver son evidentes.

Pero sin duda, la más preocupante, es que la sociedad, de un modo equivocado, ha decidido que es la derecha la que tiene que sacar, con su política, la misma que ha creado esta situación mundial, las castañas del pueblo del fuego de la crisis. Tan difícilmente explicable como real.

Y por último, si una enseñanza han dejado las elecciones catalanas, leyendo entre líneas, es que no son tiempos para la tibieza. Los discursos menos moderados, los discursos más agresivos, como la campaña anti inmigración del PP, o los discursos ultra independentistas como los de Laporta, son los premiados. De hecho hasta ERC ha pagado su tibieza independentista, ¡quién se lo iba a decir a ellos!

Etiquetas de Technorati: ,,