Llevaba bastante tiempo deseando escribir algo al respecto, porque el avance demoscópico de la derecha en este país es más que preocupante, y mientras que la política de recortes y constricción de la economía se ha comprobado que no ha funcionado durante la crisis mundial, los medios de comunicación conservadores han conseguido erosionar los cimientos ideológicos de muchos ciudadanos de izquierdas que van a entregarse al abstencionismo o al voto conservador en apenas un mes y medio.
Pero no sólo eso, sino que la base izquierdista tiene un peligro más, que no peco de alarmista si lo catalogo como el más importante; su atomización.
Ando bastante preocupado porque el voto de castigo mal interpretado haga que el arco parlamentario progresista se “italianice” y que esos votos que quedan sin escaños se repartan entre multitud de fuerzas que abogan por el cambio de sistema o “indignadas”.
No quiero que se me malinterprete, y es imposible que nadie quiera buscar en estas palabras nada que no sea admiración hacia proyectos como Equo o IDEAS, que siendo progresistas, de verdad (no como el pseudo partido del cascarón vacío y marca blanca del PP, UPy que?)buscan un real cambio de sistema, pero que en momentos de aparentemente crisis de la socialdemocracia en España, no van a conseguir otra cosa que arrancar votos y escaños a los partidos de izquierda tradicionales y con ello facilitar una nefasta mayoría absoluta de la derecha más rancia y con menos ideas que jamás hemos conocido.
No es un llamamiento a la izquierda útil, ni siquiera es una negación del utópico debate interno que la izquierda lleva intrínseca, sólo un toque de atención y un recordatorio que antes que la derecha vale todo, y que de poco nos vale un arco parlamentario variopinto, si la izquierda no suma mayoría.
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