¡¡Laztana, ya lo tengo!!!! No lo pienses más, hasta que recupere la ingeniería civil, vamos a hacer tiempo con esto.
Bueno, hasta que recupere la ingeniería civil y el país, pero va a salir bien, porque vamos a tener mucha demanda, son negocios complementarios.
El vergonzoso ejemplo, ayer.
Las fuerzas de seguridad al servicio del Estado estaban en alerta. El martes por la noche, efectivos y efectivos se agolpaban entorno a Sol. Había de todo, nacionales, municipales, anti disturbios… y se fueron a casa con las ganas. La llegada de los mineros, a lo que empieza a ser la emblemática plaza de Sol, fue modélica, ejemplar, ordenada y pacífica. Contra pronóstico, y Madrid, se echó a la calle a recibirlos.
Sólo aplausos y algunos gritos de esos que molestan, de esos que reflejan conciencia de clase, de esos de los que se ríen desde Genova a Sol, desde Moncloa a Cibeles, en la anestesiada Madrid. Y sí es cierto Esperanza, 20.000 personas a las 3 de la mañana en Madrid aplaudiendo y orgullosos de lo que son, no es lo mismo que medio millón cuando los moviliza el clero y los autobuses son subvencionados por las casillas de la declaración y gobiernos de nacional catolicismo. ¡Por supuesto que no es lo mismo!
Me imagino los teléfonos en Delegación de Gobierno preguntando por la mañana, “¿Cómo?” “¿Ni un palo?” “¿No vamos a tener una portada violenta en La Razón?” y esta mañana en gabinetes de crisis, decidieron que eso no se repetiría.
A la par que el Gobierno hacía otro espantoso ridículo desdiciéndose de nuevo, por enésima vez en los 6 meses más graciosos de la democracia (lógico cuando una fuerza saca mayoría absoluta sin contar el programa) robándole la paga de navidad a los funcionarios, o subiendo el IVA un 50% más que el anterior Gobierno, se decidía complementar este desmán criminalizando a la sociedad.
Empezaremos con los mineros a las 11. Sí, esos que se comportaron de forma ejemplar el martes, esos, que sean perseguidos y represaliados en su manifestación programada y consentida enfrente del Ministerio de Industria, y luego si por la noche se llena Sol de ciudadanos anónimos, engañados, desengañados e indignados, también caña al mono. Convirtamos el centro de Madrid en una ciudad sitiada… por fin, tendremos en nuestra prensa la portada deseada.
Y en industria, pelotas de goma, en Sol pelotas de goma, en Tirso de Molina, pelotas de goma… lo siguiente es ser capaz de especular en los mercados y hacer bajar un poco el precio de la goma… con eso el negocio es redondo.
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