viernes, abril 18, 2014

Masacrando la justicia universal

La victimas las hay de muchas clases y no me voy a meter en honduras de clasificarlas, pero que las hay de “champions”, de primera, de segunda y de regional, está claro.

Pero hay victima reincidente, una que ni siquiera juega la liga que es la sociedad. A la sociedad como tal, como conjunto, como puñado de individuos y de normas básicas, éticas y cívicas de comportamiento que los rigen se le puede pisotear, vilipendiar, violar y asesinar cuanto se quiera, es lo malo de no tener una cara de referencia, o incluso una posible filiación política.

A la sociedad española, e incluso a la mundial de refilón, le han asestado de forma salvaje y silenciosa un centenar de puñaladas con la nueva ley de justicia universal. El incómodo comportamiento de algunos jueces y de algunos movimientos sociales han obligado al Gobierno al mayor de los servilismos.

De ahí la aprobación, en solitario, gracias a la mayoría absoluta, de una ley que limita hasta el extremo la posibilidad de perseguir delitos que se producen fuera de España y la extensión de la jurisdicción española más allá de nuestras  fronteras se condiciona a la existencia de un tratado internacional  que lo autorice y al Estatuto de la Corte Penal Internacional, poniendo la competencia de ser juzgado en manos del agresor.

Había por ahí casos abiertos como las matanzas en el Tibet, los vuelos de la CIA, el asesinato de Couso en Irak… que incomodaban a potencias con las que España ansía tener mejores relaciones comerciales para colocar los cimientos de la poco probable recuperación. Todos estos casos han sido cerrados, obligando a los jueces a olvidarse de ellos y en algunos casos a poner en libertad a probados delincuentes.

Así cada mañana nos desayunamos con masivas puestas en libertad de narcos que no han sido “cazados” estrictamente en suelo español… Pero que tienen la suerte de que sus víctimas, que las hay, no tienen un aparato pseudopolítico como la AVT y por eso no se les dedican manifestaciones a las salidas de las cárceles ni párrafos en los “mass media”.

El Gobierno entiende que España necesitaba esa ley para borrarse de hacer justicia a nivel mundial, pero además de este escarnio, hay daños colaterales que con ensañamiento asesinan a la sociedad.

Todo esto apenas ocupa portadas, ni insultos en tertulias, la muerte de la sociedad es silenciosa. Hasta la próxima muerte.

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