martes, enero 19, 2016

El único que quiere salvar el PSOE.



Sí, quiere salvarse a sí mismo, también, pero es el único que quiere salvar al PSOE. 

Dentro de todo lo que ha pasado desde el 20 de diciembre, sin duda es el “fenómeno PSOE” lo más destacable. De mano, no deja de ser sorprendente que un partido que no ganó las elecciones sea el que esté recibiendo más luz mediática desde del minuto uno, pero son cosas de la gobernabilidad, pero, sin duda, lo mejor es la capacidad de autodestrucción que el partido está demostrando bajo estos focos. 

Comenzó el espectáculo ya en la madrugada del recuento electoral cuando Susana decidió salir a valorar su noche, cuando recordó a Pedro Sanchez aquello de “uno de cada cuatro diputados del PSOE será andaluz… y obraremos en consecuencia” , bonita declaración de intenciones.

Y a partir de ahí, puso a sus peones a jugar, pero torpemente, a lo ajedrecista ruso pero empapado en vodka… Figuras de dudosa capacidad política, como Fernández Vara, conocido como el único socialista que no fue capaz de conseguir el apoyo de izquierda unida para gobernar su comunidad autónoma, o García Page que tiene su poltrona asegurada con un pacto con Podemos, están siendo varios de los arietes de la chica andaluza para recordar a Sanchez que nada de pactar con Podemos, y que vale cualquier excusa.

Los denominaba Trecet el otro día como “ese partido regionalista andaluz con sucursal en Madrid”, y la definición no podía ser más acertada. 

Supongo que Susana cuando consiga cargarse el PSOE, montará el partido Peronista de Andalucía y allí, al sur de Despeñaperros, se perpetuará durante décadas, porque con tan torpe comportamiento en lo nacional no creo que esté pensado en la búsqueda de una repetición de elecciones con ella de candidata, donde la catástrofe iba a ser extrema. 

Así que poco a poco, y haciendo lo que le dejan, Sanchez ha decidido salvar el partido. Él y sus más allegados saben que la única forma de que no desaparezca (tanto Sanchez como político como el PSOE como partido) es que consiga gobernar en menos de tres meses. 

Un pacto con la derecha le elimina como opción de alternancia. Repetir las elecciones implicaría un espectáculo de lucha de poder, otras primarias, más “susanismo” y seguir buscando el subsuelo electoral. 

Así que Pedro sabe que su supervivencia y la única opción de que el PSOE no se convierta en el PASOK es pactar con Podemos y gobernar. Para eso hay que subir al carro a IU y a alguien más… PNV quizá… Y tiene visos de lograrlo. 

Ahora bien, Pedro, cuídate de un Tamayazo, o de un Susanazo, que los carga el diablo.

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