Al principio de la revuelta de Democracia Real Ya, digamos que más o menos hace un mes, tuve el placer de estar cerca de la Puerta del Sol, creyendo estar en el nacimiento de un movimiento ciudadano por el que se pretendía cambiar el sistema, tanto político como económico. Pensaba que vivía algo histórico, algo cercano a una revolución popular que acabase siendo el inicio de algo.
Hace dos semanas, y muy bien acompañado, volví a visitar aquello. Las asambleas, las tertulias, los cánticos, las soluciones propuestas se habían convertido en un show pseudomediático, en una serie de aprovechados que al albor del movimiento, se apuntaban al carro, bien sea para defender sus partidos minoritarios, para pedir paellas o para bailar capoeira a las 4 de la tarde.
Lo de hoy ha sido el fin del movimiento, el fin absoluto.
Me duele que haya coincidido con una proposición de Tomás Gómez en el Parlamento de Madrid, donde pidió una comisión de la Cámara donde se intentase hace caso a sus reivindicaciones en la Comunidad de Madrid… Palabras que gracias a los descontrolados catalanes, violentos profesionales que han armado un espectáculo bochornoso a las puertas del Parlament, han sido un arma que la derecha no ha dejado pasar para humillar tanto a Tomás como a todo lo bueno de aquel movimiento.
A mí, esos 2.000 degenerados sociales sí que no me representan. Mucho menos porque gracias a ellos, que abogan por la reducción de los salarios de los parlamentarios y la reducción de gastos superfluos, han provocado que los parlamentarios hayan tenido que entrar a cumplir con sus obligaciones en helicóptero… Eso sí que son gastos superfluos.
Así que igual que la relación entre los 3 millones de votantes y los dos mil manifestantes es ridícula, igualmente son las primeras intenciones de este movimiento con la violencia que hemos visto esta mañana.
A pesar de que la manifestación sea para protestar los infames recortes en Sanidad que el Parlament pensaba aprobar, o para oponernos a desahucios del capital que él mismo tasó por encima de su verdadero valor para su beneficio, no puedo hacer cosa que avergonzarme, de que la forma de reivindicar sea ésta.
Vosotros sí que no me representáis. Una pena, la violencia nunca es el camino.
1 comentario:
Tu entrada me parece de una incongruencia e hipocresía brutal.
Hay momentos en la historia que la violencia SI está mas que justificada. Es más estoy seguro que es el único camino para conseguir avances significativos.
Ejemplos hay en la historia de revoluciones con violencia que hoy aceptamos como progresos de la humanidad sin dudarlo. Acaso dudas de la legitimidad de la revolución francesa por usar metodos violentos?
Es curioso como hay sectores que demonizan la violencia cuando esta trata de acabar con sus privilegios pero no les importa en absoluto apoyarla e incluso enriquecerse con ella cuando no les afecta directamente.
Supongo que sí te representa el partido al que estás afiliado y votas...ese que apoya una revuelta VIOLENTA en Libia. Contra un dictador con un ejercito, por cierto, equipado con armas de fabricación española.
Ese mismo partido que tiene a un afiliado exsecretario general de la OTAN bajo cuyo mandato se bombardeó la ciudad de Belgrado incluyendo objetivos civiles como la Radio Television Serbia intencionadamente.
Estarás de acuerdo conmigo que las consecuencias de esa violencia que tanto rechazas en el parlament son ridículas con las causadas por acción u omisión del partido que sí te representa y al que contribuyes tanto con tu voto como con tu cuota de afiliación.
Tu texto me parece de una gran hipocresía ya que das tu apoyo a un partido que permite y apoya que se ejerza violencia con mayor o menor justificación moral.
Por lo tanto si de verdad, como dices, crees que la violencia NUNCA es el camino deberías tener un gran conflicto moral en estar afiliado al PSOE
Por supuesto estoy seguro que no tienes ningún conflicto y que te sientes muy progresista por pertenecer al PSOE y escribir cuatro ideas politicamente correctas.
Lo único que aportais a la izquierda es que la gente crea que no hay otro sistema posible. Sois unos cobardes... vuestros dirigentes por no atreverse a poner en su sitio a bancos, mercados y demas calaña, y las bases por no desafiliaros en masa.
Un saludo
Eugenio
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