No esperaba ni más, ni menos… La aplastante mayoría absoluta que la atomización del voto de izquierdas regaló al PP hace ya casi un mes, hace que la derecha se sienta, y no sin razón, con el poder pleno para reinterpretar la democracia española como le plazca.
Y el inicio ha sido la decisión caprichosa de negarle el grupo parlamentario propio a Amaiur, en un acto que se encuentra a caballo entre la indignación por los buenos resultados de la coalición abertzale y el odio sempiterno al nacionalismo periférico. Con siete diputados, Amaiur va a acaparar más del 60% del tiempo y el presupuesto de un grupo mixto ingobernable, pero eso ya da igual, la derecha ha decidido que el parlamento será esta legislatura, un elemento decorativo.
Al lado, entre risas, UPyque sigue quitándose caretas. Ha fagocitado a un diputado del Foro Asturias (partido de derechas y regionalista… revisemos los corolarios básicos del partido magenta) para captar los dineros que tener un grupo propio genera. ¿Recordáis cuando este partido, adalid de la regeneración democrática, abogaba por la reducción de los gastos que el sistema genera? Pues se han partido el pecho para trincar un poco de pecunia ciudadana…
Pero no sólo esto, sino que ha decidido proponer a votación por enésima vez la ilegalización de Amaiur. La tal Diez cuyo único argumento es el nacionalismo español si saber si la política que deseamos es de derechas o de izquierdas, ha tenido que ir contra una resolución del Tribunal Constitucional para hacerse notar un poco… ruido gratuito.
Remato el comentario con la constatación de una enorme desfachatez al hilo de todo este lío de la negación del grupo parlamentario. Resulta que la Mesa del Congreso tuvo que dictaminar con un informe de DOS HOJAS, dos carillas para resumir un sinfín de argumentos jurídicos y democráticos… Un informe de dos hojas, que el Ingeniero de Caminos y a la sazón Presidente del Congreso Jesús Posada ha defendido. A mí presentar dos hojas para argumentar cualquier cosa me daría amplia vergüenza.
Nos quedan muchas, muchas de estas por presenciar. Ataos los cinturones.
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