La llegada de la derecha al poder, estaba muy planeada, y dentro de la programada depuración ideológica de la sociedad, está la ridiculización mediática de la izquierda, utilizando a sus portavoces en los medios de comunicación, exagerando lo banal y obviando lo realmente importante.
Un ejemplo, el consejo de ministros del pasado viernes, mientras que se hablaba de las supresiones de empresas o fundaciones públicas como “Las tortillas de Carmen” o el “Holding Olímpico Barcelona 92”, obviamente con una actividad residual, se pasaba de puntillas sobre la de la Sociedad Pública de Alquiler o las de de AcuaNorte o AcuaSur que son instrumentos para la potenciación de la obra pública con beneficios económicos a fin de año y que compensan el inmovilismo de las Confederaciones de Aguas y del propio Ministerio de Fomento. Resultado, horas de comunicación y propaganda y un ahorro de un millón de euros al año.
Igualmente, mientras que se ridiculiza a todo aquel que se manifiesta, o que reivindica derechos, llamándoles paniaguados y destapando información sobre sus salarios o lo que sus organizaciones reciben, (sí estoy pensando en los sindicatos) se ordena identificar, detener y sancionar a manifestantes tal y como anunciaba la prensa esta mañana que se hace eco de las dos sanciones a Julián Rebollo, un jubilado madrileño, que por encontrarse en la Plaza Villa de París, situado tras la pancarta principal, apoyando a Garzón, portando un megáfono y dirigiendo las consignas coreadas por los participantes en la concentración", ha sido sancionado con 1.000 euros por “manifa”.
¿Y qué tal el silencio de todos mientras que desde Bruselas se nos solicitan los Presupuestos Generales del Estado, y aquí, sin rubor hemos asumido que hasta las últimas elecciones de esta tanda, se trabaja con la prórroga de los presupuesto del año pasado porque al PP le haría daño electoralmente?. Sencillamente escandalosamente genial.
Echadle un vistazo a las noticias, donde hay humo, donde hay una crítica satírica a la izquierda, una exageración de privilegios, una anécdota exagerada, en el segundo o tercer párrafo habrá una medida de alto calado ideológico conservador que se desea camuflar.
Donde hay humo, hay recorte de libertades o derechos.
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