Hace unos días decidí volver a retomar esto del blog. Me he tomado un par de meses sabáticos, mitad de modo voluntario, mitad de modo obligado por el follón laboral que tengo entre manos, pero hay que arrancar de nuevo.
Estoy sorprendido de las cosas que han pasado en estos dos meses. Si leéis mi último post, hablaba de la amnistía fiscal, como una de las mayores atrocidades que se han cometido contra la clase obrera, contribuyente y no defraudadora, en los últimos años… Desde ese día, el país ha estado al borde de la quiebra en numerosas ocasiones, se ha visto cómo puede salirse impune de una desastrosa gestión de cajas de ahorros y cómo los pasos que se fueron dando para conseguir medios de comunicación que se pagan entre todos fuesen independientes se han ido al carajo.
La última semana veíamos como los cargos institucionales a renovar salen de ex ministros y afiliados notables de los partidos mayoritarios… para estos sí que no ha cambiado nada.
Así que a minutos de que el país se anestesie, se aliene delante de una pantalla de televisión, sólo quiero recordar al que me lea, que aunque se gane la Eurocopa, (que ciertamente esta vez no lo veo nada claro) mañana, se seguirá machacando a la clase obrera, se seguirá demandando la rebaja de los sueldos de los funcionarios, y ese espejismo que los pensionistas han vivido durante el día de hoy, de que si iban a una farmacia con una receta tenían que pagarla… seguirá pasando.
Que nadie te diga que esto es un oasis o un alivio para el país y te lo creas.
El fútbol es un deporte, y el deporte no levanta países. Como he leído hace un rato en Facebook, espero que los que lloren de emoción o de pena esta noche con la bandera colgada en su balcón no sean unos defraudadores, no trabajen en negro, paguen su IVA…
Que la anormalidad de esta noche no nos impida ver lo triste que es nuestra normalidad como nación, si es que nos podemos llamar así.
1 comentario:
Una oveya ye como una pita pero ensin plumes.
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