Nunca fui excesivamente republicano, ni siquiera anti monárquico, pero creo que el momento de poner esta farsa en suspenso ha llegado.
Al igual que los Simpson te parece una serie diferente cuando la ves con 10 años a cuando la ves con 20, creo que lo mismo me está pasando con la monarquía. He de reconocer que la prensa me está ayudando mucho en este abrir de ojos, pero ojo, la prensa actual, no esa de hace 5 años que protegía, cuidaba y mimaba hasta la estupidez la imagen de los Borbones. Lo mismo pasa con algún fiscal que envuelto en la flor de lis quiere seguir, contra corriente, protegiendo la soberana familia.
Ahora que ellos están sometidos al ojo público como cualquiera de los mortales salen sus miserias: Nooses, Corinnas, cacerias, herencias sin declarar… y todo lo que aun está oculto, sin duda y a riesgo de ser visionario; tráfico de influencias, enriquecimientos indebidos, “favores de estado” etc… No les culpo, me culpo, os culpo.
Creo que es el momento de quitarnos la careta y decidir si optamos por un sistema arcaico y oligárquico o por algo más moderno y a la par más democrático.
Lo que antes era el mejor de los embajadores, se ha convertido en un compendio de escándalos propios y de advenedizos que avergüenzan al país, o al menos a todos ellos que se sientan representados por tal familia.
Es cierto que nunca me sentí así, representado por unos cuantos elegidos por estirpe que viven de mis impuestos, pero entiendo por el bien común, y aprovechando que ahora hay muchos que se sienten decepcionados, por ellos exclamo un ¡Viva el fin de la monarquía!
Y ya que es obvio que, a pesar de los partidos mayoritarios que siguen tenues en sus declaraciones, hay que abrir el melón de la república, aprovechemos la tricolor y reformemos la constitución dando opciones a los que no se sientan cómodos en este país a que lo dejen, después de todo bien sabéis que no les culpo, de hecho les justifico.
Que los Borbones nos empujen al cambio, camino de su precipicio.
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