La triste campaña electoral, producto que va indudablemente unido a la ausencia de dinero para plantear propuestas, se ha visto eclipsada por las protestas de jóvenes en plazas públicas de numerosas ciudades. Protestas contra el sistema, contra el político y el financiero.
Se habla de tomar como ejemplo a Islandia, se habla de acabar con el bipartidismo, de indignación, de sociedades cansadas que piden un cambio. Se habla de casi todo, en un “Big Bang ideológico” del que no se sabe cual será el resultado. Pero sólo el proceso ilusiona. Ilusiona porque en las manifestaciones se puede ver gente de mucho tipo y condición, que creo que representan a muchas diferentes ramas de la sociedad.
Y un síntoma de su avance es que los partidos mayoritarios, que no se habían enterado de nada, a pesar de su pseudo apuesta por las nuevas tecnologías, quieren apuntarse a la corriente, justificarla, entenderla y apoyarla, sin darse cuenta que son, en un alto porcentaje, la diana de la protesta, bien por acción, bien por omisión.
Deseo que el resultado de todo esto sea el cambio, el cambio hacia una sociedad más justa, más igualitaria y por tanto menos capitalista, donde además, la política no sea un coto oligárquico cerrado.
No seré yo el que le ponga el cascabel al gato, en forma de propuestas concretas que salgan de este movimiento, pero el primer paso, la mitad del camino, que es empezar, ya está hecho y el mensaje está lanzado.
Creo que este movimiento está sólo en su inicio, creo que debe ser secundado por más gente, por más asociaciones, que no dejan de ser la columna vertebral de la sociedad, por gente relevante de la cultura y del pensamiento que ayuden a ir modulando esta potente masa, aun con poca forma y sobre todo, que no muera el domingo.
Aunque el domingo el país gire a la derecha, hacia más ultracapitalismo, hacia la privatización y el esquilme del patrimonio del país malvendiéndolo por la falta de dinero público, esto no debe parar aquí, estaremos entonces, en el punto óptimo para articular el cambio hasta no se sabe dónde.
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