Debe ser el juego ese de la margarita, o que estamos en verano y da pereza, pero una vez más la mal llamada comunidad internacional está haciendo aguas en el conflicto de Siria.
El ridículo es espantoso y el silencio de los medios de comunicación absolutamente deleznable. Como veis de la actitud de los políticos ni hablo, apenas merece la pena.
No hace un año, ciertos países de la Unión Europea, se afanaban en mandar fuerzas aéreas y terrestres para apoyar a los rebeldes libios, ahora callan. Es cierto que en estos países los gobiernos han cambiado, no está ni Berlusconi, ni Sarcozy, ni Zapatero, pero la arbitrariedad de esos estados a la hora de hacer oídos sordos a la petición de ayuda que el pueblo sirio está haciendo, es asombrosa.
Realmente cada vez que estalla un conflicto en el mundo, bien sea cerca o lejos de los teóricos focos de control mundial, (Estados Unidos o Europa) no paramos de observar una falta de criterio asombrosa. Tanto la OTAN como la ONU no dejan de defraudarnos.
Entiendo que Siria no tenga petróleo, ni gas, ni siquiera una figura tan mediática como la del aniquilado Gadafi, pero realmente, ¿hasta cuándo vamos a continuar con esta hipocresía? ¿Hasta cuando?
Las imágenes de Alepo, de Damasco, son sobrecogedoras, pero sólo deben serlo para algunos de nosotros, nadie, desde su reposo veraniego, sea en Francia, Italia, Alemania, Gran Bretaña o España, parece que se siente conmovido por esa guerra civil que está exterminando un pueblo como el sirio.
Simplemente esta vez, no toca.
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