lunes, junio 24, 2013

Estorninos.

Aquello de los estorninos que Wyoming puso de moda en El Intermedio, recordándonos sus costumbres de moverse en masa, en grandes bandadas, vale también para explicar cómo se mueve el poder económico en España buscando el pelotazo fácil.

Y quiero ahora ligarlo con la subasta, o la mala-venta, o el regalo de la Sanidad Pública en la Comunidad de Madrid a qué sé yo qué postores. No voy a ponerle ni un punto ni una coma al hecho en sí, que ya juzgarán los tribunales tras la aceptación a trámite de la querella contra la cúpula de la rama sanitaria del gobierno madrileño.

Sólo quiero guiar la reflexión al modo en el que el capital privado, gobernado por unos pocos se mueve por sectores, en casi todos los casos esquilmando o rifándose lo público. Aquello que se levantó con el dinero del estado durante décadas y que por mor de los dogmas mercantilistas es pseudo obligado a ser pasados a manos privadas.

Sólo voy a recordar unos cuantos casos, todos seguidos, que se corresponden con lo que ha sido este país en los últimos 25 años. Tras la sectaria privatización de Telefónica, hubo una grandísima puja por los derechos de la telefonía UMTS, ahí fueron todos los grandes grupos, constructoras, bancos y todos sus entramados financieros. Poco más tarde en el boom de la construcción todos los estorninos giraron hacia el suelo público, hacia su conversión en pisos o autopistas. Agotada esa vía, los pequeños servicios públicos locales; servicios de limpieza municipales, gestión de residuos urbanos, gestión de transportes, contratas varias… y ahora que todo ello está bien agotado o bien copado, han puesto los ojos en la Sanidad y la Educación.

Ahora en Madrid, se rifan ocho hospitales entre grupos en los que se encuentra el mismo capital privado que se está quedando oligárquicamente con este país. Reconociendo que favorecerán el turismo sanitario, que serán austeros con el sueldo del personal sanitario y que tendrán el margen suficiente que sus socios les exigen.

Son los mismos, los mismos estorninos que se han ido moviendo por los distintos sectores todos a la vez, todos guiados por el poder político, que les enseña el próximo campo a ocupar.

De eso se trata el ultra neoliberalismo, de conseguir que lo que antes fue de todos, o de nadie, ahora claramente se sepa a quien pertenece y a quien renta. Una batalla perdida.

No hay comentarios: