miércoles, diciembre 11, 2013

Otra vergüenza más: Los indultos.

¡Qué cosa más bonita! De lo que se entera uno, y toda la ciudadanía. Así que entonces, si eres un personaje público, a poder ser político corrupto, o similar, el indulto es una medida estándar de gracia.

Muy útiles son estas lecciones de derecho que se aprenden a la carrera en los periódicos estos días prenavideños.

Resulta que el ex alcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo, que tiene una bonita condena de 3 añitos de cárcel por prevaricación y falsedad documental, no va a entrar en prisión hasta que el Consejo de Ministros, de su mismo partido político, y que no lo piensa tramitar de manera urgente, no discuta la petición de indulto. Pero no sólo eso, sino que han sido las mismas Cortes Valencianas, a través de una propuesta del propio Partido Popular, la que ha recabado firmas para solicitar el indulto. ¡Qué vergüenza!.

Así que si eres político y corrupto, tus propios compañeros usarán las instituciones públicas para pedir que un delincuente que ha estafado a sus conciudadanos, se libre de la cárcel o que en el peor de los casos, los jueces, que ellos mismos han elegido te permitirán elegir cuando quieres entrar, ya que pondrán tu fecha de ingreso en manos del Consejo de Ministros.

UNA PUTA VERGÜENZA DE PAÍS. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Ayer ya Jaume Matas declaraba que su petición de indulto se tramitaría hoy mismo. Supongo, y no tengo miedo a equivocarme, que correrá la misma suerte que su correligionario.

Y dentro de las triquiñuelas que piensa usar el “ciudadano ejemplar” ahora delincuente Carlos Fabra, el de los aeropuertos para las personas, que abiertamente habla de que no espera ir a la cárcel cuando tiene cuatro añazos de condena, también estará la del indulto, aunque él diga ahora que no… Pero si hasta Del Nido hablaba ayer de esa posibilidad con siete años de condena.

De momento, todos estos delincuentes están en la calle, entre nosotros, y además me temo que de manera indefinida, tiempo al tiempo. Y yo que pensaba que eso del indulto sólo era cosa de tauromaquia.

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