jueves, diciembre 07, 2006

Posición por oposición.

Hoy no estoy por escribir nada político. Intuyo que el puente aplaca las ansias de justiciero y de búsqueda de la critica social y aunque creo que no voy a cumplirlo y de seguro que habrá algún guiño que salpicara saliendo directamente del animal político que todos llevamos dentro, conste que no es mi intención.

Quizá es hoy uno esos momentos en los que se puede entrever algo de reflexión vital en soledad. Son esos momentos desagradecidos y descarnados de autoflagelación que no reconfortan pero que marcan cuan láser en tuneladora el camino a seguir, al menos, durante los 20 anillos siguientes. Está entrando mi generación en los albores de la treintena y creo que por lo que escruto a mi alrededor debe ser el momento en el que el reloj biológico deja de buscar deseperadamente emociones y busca seguridad. A esta búsqueda le acompaña de manera parásita el pensamiento de que no hay mayor seguridad que conseguir ese lugar vital a través de una oposición. (Sí, eso, un puesto en la empresa pública...aunque se sea más de derechas que el mismísimo Aznar, que por cierto antes de ser político fue funcionario) (Recuerdo el esfuerzo denodado que hace la derecha ideológica por terminar de raíz con cualquier vestigio de poder público...)

Desde la lejanía y desde la mas profunda admiración (hacia quien tiene la capacidad de sentirse posibilitado de hipotecar su vida durante más de un minuto, en muchos casos incluso años) no me queda mas remedio que asegurar que tengo la percepción de que el funcionariado aliena. Aplaca las ilusiones, minimiza la autoestima y en muchísimos casos extirpa la ambición, premisas tan imprescindibles para alcanzar el reconocimiento profesional. Ver a brillantes estudiantes de carreras superiores buscando un puesto de auxiliar administrativo que en ninguno de sus sueños infantiles, adolescentes o juveniles había aparecido es ver a amigos mutilar sueños, sus sueños.

Aun así les quiero hacer ver que una oposición, la oposición, su oposición es la oportunidad pintiparada de demostrar que la capacidad esta latente y que no ha sido aprovechada por la sociedad en el campo que ellos habían escogido. A todos los opositores no quiero mas que pedirles que no entierren sus ilusiones por su plaza obtenida. Se puede seguir creciendo como profesionales desde el mundo publico solo os pido que luchéis contra la desidia, contra las decisiones políticas y contra la pereza que todos llevamos dentro. Animo majos. (Dedicado especialmente a vosotros dos, fenómenos).

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