martes, junio 19, 2007

Las concesiones, el gran truco de la obra pública.

Ya no hay dinero en las arcas autonómicas ni municipales, sobre todo si miramos en las de la capital del imperio. Además no se puede renunciar a un jugoso activo electoral como son las obras públicas, con lo que de esta guisa que lo que se extiende es el peaje en la sombra generalizado: la concesión.

Cuando hace unos años se escuchaba que la M-45 se iba a financiar mediante la revolucionaria fórmula de “peaje en la sombra”, todos en el sector de la infraestructura sabían que era una fórmula que se acabaría imponiendo, imponiendo y generalizando.

No hay que confundir el peaje directo con el peaje en sombra. Pese a que ambas formas de gestión de infraestructuras son impopulares. La primera forma está más o menos asumida en nuestro país: se paga por el uso y punto. Pero la segunda forma puede ser una peligrosa arma en manos de políticos, ya que es tremendamente manejable.

En el denominado peaje en sombra (concesión) consiste en que el Estado promueve una obra y la presenta a concurso público. Sin embargo, una vez adjudicada la operación, la empresa concesionaria se ocupa de la construcción. El Gobierno de turno ha pactado con la concesionaria un canon que deberá pagar durante cierto tiempo a razón de los vehículos o pasajeros que utilicen cada mes esa infraestructura. El pago a la concesionaria se puede ver incrementado por razones de descenso de siniestralidad en la vía o reducido, si se producen retenciones o la vía permanece cortada por circunstancias achacables a una mala gestión de la concesionaria...

Ahora el gobierno autonómico va a generalizar la concesión como medio de llevar el popular Metro a toda ciudad y barrio viviente. La primera que se estudia es la de la que hará llegar el Cercanías a Navalcarnero. En el Anteproyecto se hace un encaje previo de línea que discurrirá paralela a la Nacional V y se estima una demanda de 20.000 personas al día que se duplicará en menos de 5 años. Es ahí donde la falacia se convierte en realidad. Donde el pan para hoy se convierte en hambre para mañana. Y no son, como en teoría se podía presuponer, las constructoras las que asumen el coste, sino que serán los sucesivos gobiernos autonómicos que además de asumir la deuda que contraiga este ejecutivo, deberá pagar durante 20 años la construcción, mantenimiento y explotación de la línea, y deberá renegociar al alza un contrato basado en demandas sobredimensionadas.

Peligrosas, muy peligrosas las concesiones en manos de políticos. El Estado Central no se encuentra al margen de esta “fiebre concesional”. La pasada semana se presentaron las ofertas al primer contrato de mantenimiento de las autovías de primera generación, las principales salidas de gran capacidad de Madrid, cuyo estado de conservación es calamitoso en algunos de sus tramos. Según las fuentes consultadas cercanas al concurso, se presentarán 19 de los veinte consorcios formados para la ocasión, en los que participan 78 compañías, entre constructoras e ingenierías.

El botín es interesante, ya que se trata de una concesión durante 20 años para la conservación de un tramo de cien kilómetros de la A-2 (Madrid-Zaragoza), con una inversión de 653 millones.Sobre el papel, se trata de una oportunidad única para que las compañías sin presencia en el negocio concesional ganen cuota de mercado. Pero, a algunas, el esfuerzo financiero, les puede pasar factura. Según los cálculos realizados por las compañías presentes en la licitación, las constructoras se van a gastar en el plan de autovías de primera generación (16 tramos con una inversión de 6.344 millones de euros) una media de 120 millones de euros sólo en la elaboración de las ofertas.

Las concesiones no son el maná de la infraestructura del siglo XXI, ni para los Gobiernos, ni para las constructoras. Además las constructoras españolas están exportando el modelo a otros países sin miedo alguno, asumiendo riesgos inversores que difícilmente se podrán asumir. Temblemos todos que esta fiebre en mayor o menor medida la curaremos los usuarios, los contribuyentes. Tiempo al tiempo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días,

No sé si sigues siendo aficionado al futbol... pero por si aún lo eres te informo: el "Lobo" Carrasco se va a sentar el año que viene en el Hermanos Antuña como entrenador del Oviedo.

Muy aleccionador el artículo de las concesiones.

Un saludo.

Alberto.

Alfonso Estébanez dijo...

Gracies, Berto... el fubol desde la crisis de fai dos sabados perdió ciertu interes.

Allegrome abondo que te preste'l articulu de les concesiones.

Caudal 5 Sabadell 0.

Anónimo dijo...

¿Caudal 5 - Sabadell 0?

Como nun salgan los xugaores del Sabadell a ver la foguera San Xuan y los atope "Boli"(que miéu)y se engarrie con ellos.

Boli nun lee'l to blog ¿verdá...?

Un saludo.