Aguirre contra todos.

Esta mañana en la radio se hacían eco de lo que ya empezamos a sentir muchos, el hastío por las inagotables ansias de poder de Esperanza Aguirre y los suyos.

Primero contra Gallardón, luego contra Rajoy y a todo esto y como comentaba en otro de los escritos, la Ley de Dependencia sin aplicarse en Madrid. Todos los que solicitaron los 200 euros por vivienda para alquiler con sus solicitudes denegadas, la casa sin hacer.

Y encima se escuda en una pseudo batalla ideológica, diciendo que el debate no es de personas que es de conceptos. ¿Qué conceptos? ¿Acaso Espe quiere radicalizar aún más el PP?.

Es muy curioso, a la par que preocupante, si yo fuese votante de derechas, que los designios del partido los lleven desde las ondas episcopales y el Mundo. A la par, no deja de ser menos curioso, que el modo de sanear el partido y purificarle de la derrota electoral, sea lapidando al líder que el mismísimo José María Aznar colocó, girando el partido hacia la derecha radical. Alejándolo del centro. Pero así son Esperanza y los suyos.

Suyos en los que, por cierto, no tengo otra alternativa que incluir al mismísimo Tamayo. Ese “pequeño affaire” es el que la elimina de cualquier lucha por el poder del principal partido de la oposición. Por mucho que los medios de comunicación afines se afanen, nadie va a permitir que la candidata a presidenta del Gobierno de la derecha española sea una persona con un turbio pasado, con trapos sucios que esconder, con gente dispuesta a contar cositas… Esas cositas turbias con dinero de por medio que de no haber pasado Esperanza Aguirre sería ahora un cadáver político. Simancas sería Presidente de Madrid y Telemadrid una televisión decente.