Y en los ratos libres, gobiernan Madrid.

De vergüenza es lo que está pasando en la “capital del imperio”. Lo que me sorprende es que el vulgo no se da cuenta ni pone el grito en el cielo, que los medios no lo publican, que pasa desapercibido. Y lo peor, que la oposición tampoco lo nota.

Anda la clase política, unos y otros, buscando su colocación en la parrilla de salida de cara a la legislatura que no se dan cuenta de que están perdiendo el norte y que aquí en Madrid nos hundimos en el desgobierno.

Lo digo al hilo de lo que la guerra sucesoria en el PP, con Mariano de cuerpo presente, está trayendo a los periódicos, a las portadas de los noticiarios y a las tertulias de cualquiera que sea el medio de comunicación.

Andan Esperanza y Gallardón, junto con su pléyade de aláteres haciendo declaraciones aquí y allá, buscando minar al contrario, buscando los recovecos del otro, al acecho de cualquier contra manifestación de la que salir victoriosos que se olvidan por muchos, muchísimos momentos que todos ellos son los que deben gobernar Madrid.

Madrid, que lleva sin obra pública desde las elecciones autonómicas, que se ha convertido en la Comunidad en la que más crece el paro, que tiene su educación y sanidad en manos privadas…

Lo curioso y a la par indignante como ciudadano y votante es que los mismos que a la gresca andan, son los que ocupan los cargos de consejeros, delegados, vicealcaldes… son gente que utilizan su púlpito público ganado en buena lid en las urnas, para sus luchas intrapartidistas, para medrar en sus respectivas formaciones.

A todos ellos mi deseo de calma. Las luchas cainitas agotan. Y a la oposición mi deseo de que despierte, por favor aprovechad este momento, hablad de Madrid ahora que ellos lo tienen olvidado, es ahora o nunca.

Así están Esperanza y Alberto, Alberto y Esperanza, cansándose en ruedas de prensa, en viajes fuera de Madrid, en mover a sus peones. Y en su tiempo libre, los dos, cada uno por su lado, gobiernan Madrid. Eso es: en su tiempo libre, gobiernan Madrid.