No, la economía no es ninguna ciencia.
Creo tras múltiples debates internos que puedo llegar a esa conclusión. A pesar de que hay muchos indicios como la fuerte base teórica o la utilización de matemática, no muy complicada todo sea dicho, para el desarrollo de las teorías, la economía no es ciencia. Donde falla esa posible catalogación es en el desacertado de sus previsiones y en lo parcial de su aplicación.
Cuando se estudia astronomía o geometría, por ejemplo, los hechos que se predicen ocurren. En economía no. De hecho en Economía, las previsiones siempre se hacen a posteriori, lo cual no deja de ser un curioso contrasentido.
Es ese el punto el que convierte el arte del economista en superchería a utilizar para el mal. (Siendo muy catastrofista)
Ayer, perplejo, volvía a observar como la moderna política del no intervensionismo era saltada a la torera para rescatar de nuevo las compañías de inversión y de productos de seguros financieros más importantes de Estados Unidos. Para rescatar las inversiones de potentados multimillonarios y directivos de empresas que ellos mismos han encaminado a la ruina, llevados por la avaricia y por una muy arriesgada gestión.
Es lo curioso de todos aquellos que critican el intervensionismo económico. El intervencionismo es una atrocidad para regular el mercado de bienes de primera necesidad como la vivienda, como el combustible, pero sí vale para salvar millonarias inversiones de los poderes fácticos económicos y las grandes fortunas del país.
Por eso la Economía no es una ciencia. Porque Newton no enunció su ley de Gravitación Universal con el ánimo de que fuese usada para unos sí y para otros no. No se planteaba dejar a los más poderosos sin su 9,8 de aceleración de descenso vertical. La economía no es universal. Puede cambiar sin duda y sin escrúpulos en cuanto los que la manejan lo decidan. Nos saltamos las teorías, las tendencias y las previsiones, por el propio bien o por el de los allegados.
Creo tras múltiples debates internos que puedo llegar a esa conclusión. A pesar de que hay muchos indicios como la fuerte base teórica o la utilización de matemática, no muy complicada todo sea dicho, para el desarrollo de las teorías, la economía no es ciencia. Donde falla esa posible catalogación es en el desacertado de sus previsiones y en lo parcial de su aplicación.
Cuando se estudia astronomía o geometría, por ejemplo, los hechos que se predicen ocurren. En economía no. De hecho en Economía, las previsiones siempre se hacen a posteriori, lo cual no deja de ser un curioso contrasentido.
Es ese el punto el que convierte el arte del economista en superchería a utilizar para el mal. (Siendo muy catastrofista)
Ayer, perplejo, volvía a observar como la moderna política del no intervensionismo era saltada a la torera para rescatar de nuevo las compañías de inversión y de productos de seguros financieros más importantes de Estados Unidos. Para rescatar las inversiones de potentados multimillonarios y directivos de empresas que ellos mismos han encaminado a la ruina, llevados por la avaricia y por una muy arriesgada gestión.
Es lo curioso de todos aquellos que critican el intervensionismo económico. El intervencionismo es una atrocidad para regular el mercado de bienes de primera necesidad como la vivienda, como el combustible, pero sí vale para salvar millonarias inversiones de los poderes fácticos económicos y las grandes fortunas del país.
Por eso la Economía no es una ciencia. Porque Newton no enunció su ley de Gravitación Universal con el ánimo de que fuese usada para unos sí y para otros no. No se planteaba dejar a los más poderosos sin su 9,8 de aceleración de descenso vertical. La economía no es universal. Puede cambiar sin duda y sin escrúpulos en cuanto los que la manejan lo decidan. Nos saltamos las teorías, las tendencias y las previsiones, por el propio bien o por el de los allegados.
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