viernes, enero 09, 2009

O espabilamos o nos comen.

A principios de este mes de enero, cualquiera de vosotros podía leer o escuchar con alborozo algún titular de este pelaje: “El punto porcentual que España estaba de media, por encima del aumento de los precios en los países del euro ha pasado a la historia. Según la oficina de estadísticas europea, Eurostat, la inflación de la Eurozona se situó en el 1,6% en diciembre, con lo que España, con el 1,5% de aumento de precios en el mes pasado, se sitúa una décima por debajo de la media europea.” Estoy seguro que leyendo este titular la sensación es de que estamos recibiendo la mejor noticia que nos pueden dar se puede extender por momentos… para el trabajador, nada más lejos de la realidad.

Lo mejor de todo, lo más curioso, es cómo los periodistas comunican la noticia en radios y televisiones, con una sonrisa, felicitándose por la nueva. Ya no sé si desconocimiento absoluto o deliberada mala fe.

El IPC no es más que una consecuencia, es parte del pasado, que ya se ha sufrido y que no aporta nada al futuro, salvo el pequeño aumento de los sueldos revisados por cláusulas salariales y el del aumento automático de las pensiones, que como bien podéis suponer, un 1,5% es una nimiedad.
Esta inflación viene bien a los patrones, que no tienen que verse obligados a subir los salarios de los trabajadores de forma algo más considerable. Además podrán justificar otras pequeñas subidas de sueldo en virtud de las veces por las que se multiplica la inflación. ¡Qué falacia! Como todos los datos que está arrojando la crisis, salvo el dichoso EURIBOR que debió llegar a límites desmesurados, que debió ahogar a las clases menos favorecidas para que comenzase a bajar, es otro dato más para el pesimismo, otra puñalada a nuestro bolsillo.

Pero el affaire de los sueldos no lo es todo, nos siguen engañando. ¿Cómo más? Pues con el aumento de otras tarifas que dependen directamente de políticos y que gravan directamente nuestra cartera, muy por encima de lo que teóricamente aumentó la vida en este difícil 2008.

Encentro como otros, totalmente inaceptable que los trenes que utilizan más del 90% de la población aumenten en esa proporción -los cercanías el 6,28% y los regionales el 5%- y, por el contrario, el AVE tenga un aumento inferior, el 4%.

Pero este ejemplo se repite con autobuses, Metros, peajes, luz, teléfono… Estos valores se revisan con la inflación de fin de año si interesa y con la de Junio, o mejor, con la mayor del año si eso vale para dificultar la economía doméstica y mientras tanto el proletariado, el trabajador por cuenta ajena sigue perdiendo poder adquisitivo día a día, mes a mes, año a año.

No nos dejemos engañar con falsas medidas favorecedoras que envuelven trampas económicamente mortales para los trabajadores. Hay que tenerlo siempre en mente.

No hay comentarios: