lunes, enero 05, 2009

Continúa la vergüenza de occidente.

En 1947 cuando la ONU decidió partir en dos Palestina, para que el lobby judío mundial estuviese feliz, no sé si los políticos eran conscientes del eterno problema creado.

Desde la declaración de independencia de la parte semita, un año después, la constante ambición del pueblo judío ha llevado la destrucción y el conflicto constante a la zona. Hasta ahora, las sucesivas guerras, siempre apoyadas por Estados Unidos y obviadas por el resto de la comunidad internacional, habían tenido múltiples razones, desde la anexión de territorios, hasta hipotética y dudosa legítima defensa en guerras como la del Líbano de hace un par de años.

Estos días, concretamente, desde el pasado 27 de diciembre, todo occidente está cometiendo un genocidio de volumen desconocido contra el pueblo palestino. La mano ejecutora, los gobernantes judíos, que piensan que el holocausto les ha otorgado carta blanca para masacrar a un pueblo como el palestino cuantas veces deseen.

Cínicamente, enarbolan la bandera de la legítima defensa contra unos cohetes lanzados desde territorio palestino que no han causado hasta ahora ni un muerto en la población israelí, y han decidido exterminar la población palestina de Gaza.

Me da asco la indiferencia de la ONU, me repugna el apoyo implícito del canto del cisne de la administración Bush y me encabrona el tenue papel de la UE, garante de los derechos humanos para evitar el ataque a pueblos como el kosovar y que ahora hace oídos sordos a la angustiosa petición de auxilio de los habitantes de Gaza. ¿Y Obama? Pues “missed”, desaparecido, y comenzando a defraudar. ¿Dónde esta “el CHANGE” para el pueblo palestino?

Y, ¿cual es ahora la realidad sobre el terreno?. Pues bien, la franja de Gaza está siendo invadida por el ejercito israelí, tras ser masacrada por el aire, con centenares de muertos civiles, con niños enterrados, que se justifican desde el gobierno israelí por ser sus padres votantes de Hamás. Por ser cómplices con su voto democrático a una opción político – social – militar, que intenta reconstruir ininterrumpidamente Palestina.

Lo políticamente más triste de estos ataques desproporcionados contra los pueblos árabes especialmente el palestino, es que ya se han convertido en parte de campañas electorales judías, los muertos en Palestina son como kilómetros de Metro para los políticos judíos. Ahora, en este momento, mientras centenares de palestinos mueren, mientras que otros miles de ellos agonizan en hospitales infraequipados, al otro lado del muro, los tres principales partidos luchan frívolamente por atribuirse el mérito de las operaciones, (quiero decir, el mérito de los asesinatos).

Sólo espero que este comentario no me convierta en candidato a un “asesinato selectivo” del ejército israelí. Hay gente muriendo en Gaza que ha hecho contra Israel menos que yo.

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