Otro hito en la ingeniería subterránea para Madrid.
A veces, es bueno salirse de la rutina, del día a día, del intentar proclamar un pensamiento económico y político en el mundo actual, y dejarse llevar por la euforia de una celebración como la que se ha dado esta mañana en Madrid.
En ella aparecían juntos hoy, archienemigos de ayer y de mañana paseando por esa nueva infraestructura pública como la nueva estación de cercanías de Sol.
Según rezan las crónicas, y utilizando perífrasis arquitectónicas, con forma de 'caleidoscopio urbano', la boca de la estación ha sido el broche final a este trabajo que se inaugura con casi dos años de retraso y tras más de cinco años de obras en la plaza, donde además de las de Fomento, se sumaron los trabajos de ampliación de la línea 3 de Metro que llevó a cabo el Gobierno regional la pasada legislatura.
Parece ser, que según Fomento, las obras se retrasaron por el hallazgo en mayo de 2006 de los restos que resultaron pertenecer a la cimentación de la antigua Iglesia del Buen Suceso. La Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid ordenó paralizar inmediatamente las obras y hasta mediados de enero de 2007 no autorizó la retirada y traslado de los restos. Si es cierto, bien. Esa filosofía de la obra pública atropellada que se ha acometido en Madrid en la última época, no es la correcta.
Dado que es un post-homenaje me gustaría dar un puñado de datos de la nueva estación. El nuevo vestíbulo, de 7.500 metros cuadrados, complementa el ya existente de Metro (con conexión a las líneas 1, 2 y 3) y conecta con él en tres niveles, por donde discurrirán, según las estimaciones de Renfe, unos 70.000 viajeros al día. La estación está situada en el nuevo túnel, que une Atocha con Chamartín, pasando por Sol, Nuevos Ministerios y, más adelante, Alonso Martínez, y por el que ya circulan las líneas C-3 (Aranjuez) y C-4 de Cercanías (Parla).
Bienvenida y bien usada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario