martes, enero 31, 2012

Ya no creo en las casualidades.

Hoy a un presidente de Gobierno que no da ruedas de prensa, que no ha ido a presentar los recortes al Parlamento, como sí hizo Zapatero el fatídico Mayo de 2010, de repente y sin querer, se le ha escapado con una enorme sonrisa en la cara que la “reforma laboral” le va a costar una huelga general. ¡Qué casualidad! ¡Qué novatada! No.

Hoy, de una manera deliberada , Rajoy ha decidido ir preparando a la ciudadanía, para una reforma laboral que va a terminar con una serie de derechos adquiridos detrás de los cuales la derecha anda, desde hace mucho tiempo.

No voy a empezar a hablar de sindicalistas de Chicago, ni de represiones policiales a manifestaciones de obreros, voy a hablar del último decretazo que, en lo laboral, propugno la derecha.

Corría el Gobierno de Aznar, el de la prosperidad, el del ladrillazo el del crecimiento y del “mítico milagro español”, entonces el ministro Juan Carlos Aparicio, 2002, decretó el mayor recorte de los derechos de los trabajadores de la democracia. Realizó una reforma laboral “ad hoc” para el regocijo de empresarios, que de aquella se enriquecían a dos cifras. Aquel “decretazo” fue sancionado como inconstitucional 5 años después por el Tribunal Constitucional.

Ahora, las circunstancias han cambiado. Estamos en una crisis financiera y laboral brutal, pero casualmente la receta es la misma. Diez años después, da igual la bonanza, o la tempestad, las recetas son las mismas.

Ahora, lo harán con más cuidado, mirando la Constitución, aprendiendo de los errores y con la media sonrisa del trabajo bien hecho, del que cercena los derechos de los trabajadores, tal y como lo manda la ortodoxia radical de la clase empresarial dominante.

Pues sí, pues por supuesto que tendrás huelga general. El mercado laboral que antes nos permitió crecer al 10% ahora no nos deja salir de la crisis, ¿no?. ¡Qué ganas teníais!

Me encontrareis en la lucha.

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2 comentarios:

Marcelino dijo...

No creo que al presidente se le ocurriera esa idea de "ir preparando a la ciudadanía para la reforma laboral", como dices. Más bien pienso que, como sus luces no lleguen a tanto, fuera un simple comentario/cotilleo, porque no se le ocurriera otra idea más edificante con la que presentarse ante sus colegas. Ya nos gustaría conocer la reacción de los primeros nministros de Finlandia y Holanda que participaban en la conversación.

Alfonso Estébanez dijo...

Gracias Marcelino, por tu comentario.
La verdad es que la cara de sus contertulios fue bastante neutra. Si no lo entendemos en español, jejeje.
A tu comentario de si es intencionado o casualidad propia de la torpeza, no quiero pecar de inocente, creo que estaba todo apalabrado a priori.