Frivolizando con la crispación.
Hoy es uno de esos días en los que estás mucho más tremendista que otros y supongo que la escena televisiva que acabo de presenciar me ha disparado la susceptibilidad.
Acabo de llegar del Túnel del Perthus, ése que unirá la red de alta velocidad española con la nada, al otro lado de los Pirineos (el típico desdén francés, prometo explicarlo otro día) y en uno de los míticos zappings nocturnos, en la publicidad de House, una vez acabado Los Serrano, ya sabéis, el ritual de los martes...me he topado con el señor Sánchez Dragó, con una rosa amarilla en primer plano, presentando lo que él ha llamado “chascarrillo del día”.
Lo describo someramente: A Rajoy le suena el teléfono móvil en un mitin, lo mira, se gira y dice: “Es Zapatero, por lo de la crispación”. A este comentario le siguen multitud de risas de militantes asistentes al evento.
Sería gracioso, sería hasta ocurrente, si no fuese porque es tan delicado.
La crispación es un término muy popular en las filas populares (valga la redundancia). Como estrategia política fue inventada por Pedrojota, Cascos y demás aláteres, para las elecciones de 1993 donde a pesar de todo Felipe les reventó (electoralmente) contra pronóstico. Se repitió ya con más éxito en las elecciones del 1996 y ahora quieren que ésta sea su bala de plata para las de 2008.
Hoy es uno de esos días en los que estás mucho más tremendista que otros y supongo que la escena televisiva que acabo de presenciar me ha disparado la susceptibilidad.
Acabo de llegar del Túnel del Perthus, ése que unirá la red de alta velocidad española con la nada, al otro lado de los Pirineos (el típico desdén francés, prometo explicarlo otro día) y en uno de los míticos zappings nocturnos, en la publicidad de House, una vez acabado Los Serrano, ya sabéis, el ritual de los martes...me he topado con el señor Sánchez Dragó, con una rosa amarilla en primer plano, presentando lo que él ha llamado “chascarrillo del día”.
Lo describo someramente: A Rajoy le suena el teléfono móvil en un mitin, lo mira, se gira y dice: “Es Zapatero, por lo de la crispación”. A este comentario le siguen multitud de risas de militantes asistentes al evento.
Sería gracioso, sería hasta ocurrente, si no fuese porque es tan delicado.
La crispación es un término muy popular en las filas populares (valga la redundancia). Como estrategia política fue inventada por Pedrojota, Cascos y demás aláteres, para las elecciones de 1993 donde a pesar de todo Felipe les reventó (electoralmente) contra pronóstico. Se repitió ya con más éxito en las elecciones del 1996 y ahora quieren que ésta sea su bala de plata para las de 2008.
Como en esa casa es una materia tan manida, tan traida y llevada, se puede frivolizar con ese material incendiario en un mitin. Vale para chistes, gracietas y ocurrencias. Esta actitud popular demuestra un par de cosas; la primera es que los políticos viven en un universo paralelo, donde se puede bromear con esto, donde los compañeros de trabajo no te ponen caras o te llaman de todo por atacar los motivos cínicos de las manifestaciones de la derecha (por ejemplo). Ellos viven en el mundo de la diplomacia y las formas, donde no perciben el daño que la crispación electoralmente malintencionada causa en la calle. La segunda es que la derecha ha asumido la crispación como algo habitual, como un argumento más de las campañas electorales, algo tan normal en campaña política como hacer oposición con la política antiterrorista. Como su única forma de ganar. Como la bala en la recámara que hay que utilizar para que no se les ataque de pusilánimes en ondas hercianas episcopales.
De estas dos cosas, si la primera es grave, la segunda es peor. Si las legislaturas que vengan tienen que ser ya obligatoriamente como esta última, llena de mierda vertida por la oposición a sabiendas de ser disparates, de manifestaciones absurdas, ridículas y sin sentido, de una serie de medios de comunicación y estamentos públicos y religiosos atacando insistentemente a todo lo que se mueva que no sea ultraderecha, si las próximas legislaturas en las que no gobierne la derecha van a estar infectadas de “banderas del pollo” como esta, quizá sea mejor borrarse de este sistema. Eso o esperar que ellos decidan borrarlo como ya hicieron una vez si esto de la crispación se les escapa un poco de las manos.
Crispar por crispar, crispar al cuadrado.
5 comentarios:
Come, Come again ! Whatever you are... Whether you are infidel, idolater or fireworshipper. Whether you have broken your vows of repentance a hundred times This is not the gate of despair, This is the gate of hope. Come, come again...
Sr Alfonso hacer oposiocion no es crispar, le recuerdo que el pp tiene millones de votantes y otros muchos que no son votantes(mas de los que usted y su gobierno quisiera) que a los que su gobierno esta crispando los nervios, sr alfonso hace usted lo mimos que ellos, lo unico que saben hacer es criticar a la oposicion en vez de centrarse en solucionar todos los problemas que ellos solitos estan generando.
Los problemas de nuestro país no se arreglan en mítines, frivolizando con algo tan delicado como el enfrentamiento entre españoles.
Algo de lo que la derecha tiene un Master. Me cuesta creer que creas que hago lo mismo. Yo no busco crispar, lo único que hago es comentar anécdotas de cómo la derecha minimiza la importancia de sembrar division entre españoles. Izquierdas - derechas, inmigrantes- nativos, nacionalistas - centralistas...
Algo muy preocupante.
Yo no estoy de acuerdo en que eso de la crispación sea política de derechas.
Más bien creo, en mi humilde opinión, que efectivamente la política de la chaquetilla, el chascarrillo y la frase aguda pero carente de contenido es un invento que a bien tuvo de emplear la izquierda durante la bien o mal llamada "dictadura de Aznar".
Así pues la derecha que no tiene un pelo de tonta (para algo vive de la política y le gusta el poder) y espoleada por los otraora estandartes de la izquierda más radical (léase Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez) han empleado los infames métodos con los que fueron torturados en su día.
Es lo malo de abrir la caja de Pandora, que sus males se expanden por todo el mundo; y demos gracias de que según la mitología aún falte el último mal y el más terrible por aparecer.
Sólo sé que ahora da asco ir al metro, porque cada día saca más pecho la Espe, porque día a día van estrenando más estaciones... ¿por qué será que en este país las obras públicas se estrenan cada 2 ó 4 años?. Si a Franco le llamaron en su día el rana por inaugurar pantanos, a la Espe le van a llamar la topo no por sus ojos (que podría ser) sino por la facilidad con la que agujerea el suelo de la comunidad de Madrid.
Conclusión: ya lo dijo Tolkien "El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe de modo absoluto" y lo dice el refranero español "siembra vientos y recoje tempestades" o "quien a hierro mata a hierro muere".
¿Quién fue primero la izquierda o la derecha? ¿el huevo o la gallina?. No lo sé, sólo sé que al escuchar durante 3 minutos a Acebes y a De La Vega insultarse mutuamente sin dar información que interesara a ningún oyente;
sólo saco una conclusión de todo esto: la política da asco oiga. Y si no se lo creen imaginen un cambio: Acebes por Mariñas y De la Vega por Carmele... cambien el decorado ¿notan alguna diferencia?.
Pues eso...
Muy agudo comentario, Rasca. Me parece un poco catastrofista y cómo escudarse en eso de que todos son iguales.
Yo no creo que sea verdad. La clase política tiene buenos y malos actores, hay que saber diferenciarlos.
En mi escrito quiero poner el énfasis en la necesidad de eliminar de raiz la crispación e intentar un sistema democrático alejado del insulto, de la provocación y de la mentira malintencionada buscando solo rédito político.
Una vida política sin cosas tan absurdas como la manifestacion de Navarra que es el ejemplo más claro del Primer Mandamiento de la crispación. Algo radicalmente imposible, en relación con un tema muy sensible para la sociedad y con muertos de por medio.
Yo eso es lo que quiero. Aunque haya que tragarse "topos y culebras". Una buena política aunque sea con malos políticos.
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