martes, abril 03, 2007

¡Rouco dimisión !

Antonio María Rouco Varela, destronado por el vasco-abulense Ricardo Blazquez en marzo de 2005 como Presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha vuelto a saltar a la primera fila del “retrogradismo” eclesial gracias a otra actuación polémica que le retrata, desde mi punto de vista, como deplorable cristiano y peor representante de la iglesia.

El Arzobispado de Madrid, ,esta mañana, decidió cerrar de manera súbita la llamada 'parroquia roja' de Vallecas (la parroquia San Carlos Barromeo), en la que durante décadas se ha atendido prioritariamente a personas marginales y con problemas de adaptación social, tan propias de un barrio tan estigmatizado como es el de Vallecas.

La explicación oficial ha esgrimido un argumento tan banal como que, "no se ajusta a la doctrina". Los párrocos han anunciado que van a seguir trabajando con los desfavorecidos en la zona y lo harán en la misma parroquia hasta que los echen. ¿Es este el papel de la Iglesia del siglo XXI, la resistencia contra el poder establecido? ¿Es más doctrina de la Iglesia oponerse a la paz en Euskadi que ayudar al marginado? ¿Es más doctrina de la Iglesia no ayudar a los enfermos apoyando la investigación con células madre? ¿Es más doctrina de la Iglesia la Inquisición?.

La Jerarquía católica sigue sin descanso sonrojando día tras día a un gran número de cristianos que, como yo, no nos sentimos en absoluto representados por esa oligarquía acomodada que desde despachos están mucho más preocupados por la política que por la sociedad.

Los veinte siglos de Iglesia católica se sustentan en las buenas obras de curas y feligreses anónimos cercanos al pueblo. La Iglesia sobrevive gracias a Cáritas, a las misiones, a los campamentos de “evangelización” de jóvenes, a la ayuda al necesitado... De hecho no creo que ni la jerarquía católica, ni el Papa, ni sus actos manifiestamente absurdos como prohibir el condón y recomendar la abstinencia al África negra para controlar el SIDA o evitar el avance de la ciencia desde tiempos anteriores a Galileo ayuden mucho a potenciar su credibilidad y su papel de guía de la ética mundial.

Enrique de Castro (párroco responsable de la parroquia en cuestión) no tiene ni mucho menos el nombre, ni el curriculum, ni la dilatada carrera episcopal del cardenal Rouco, ahora bien de lo que no me cabe la menor duda es que cuando San Pedro les dé el repaso a las puertas del cielo... de Castro pasa primero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que va a conseguir Rouco con esta decisión es que hasta ahora casi nadie sabía de la existencia de esta parroquia "progre" y a partir de ahora van a surgir otras muchas más donde trabajan comunidades cristianas de base que se dedican a labores sociales y le dan menos importancia a las reglas litúrgicas. Se olvida el cardenal de Madrid de aquello que se decía en tiempos de Diocleciano "la sangre de los mártires era semilla de nuevos cristianos". A los pocos días de conocerse la noticia, la parroquia de San Carlos Borromeo se ha quedado pequeña. Todos quieren conocer y colaborar con los curas de Vallecas y apoyarles en su testimonio evangélico.
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Alfonso Estébanez dijo...

Lógico ante una medida tan arbitraria y tan incomprensible como es ésta.

Lo que pronosticabas en tu mensaje se ha hecho realidad este fin de semana. Además los medios de comunicación se han hecho eco de la situación y esto no supone más que un poco de más de deterioro para una institución tan ya denostada.