martes, abril 17, 2007

¿UNA BUENA INFLUENCIA?

En un bonito acto de triunfalismo, reapareció ayer el Presidente rodeado de toda esa gente que a los hombres de izquierda nos suscitan tanta confianza y aprecio. Ayer en la Bolsa de Madrid se reunió la flor y nata de la economía española y escucharon a José Luis afirmar frases muy parecidas al mítico “España va bien”.

Tras una retahíla de datos, supongo que irrebatibles, henchido de triunfalismo y a un día de celebrar los tres años de la entrada en la Moncloa, afirmó que éste terminado 2006 es el mejor año económico de la democracia.

Ahora voy a deslizar otro comentario, espero que lleguen al final del escrito para poder hilarlo con el anterior.

Hace exactamente unos días, Nicolas Sarkozy, candidato a las elecciones presidenciales francesas del derechista partido gubernamental, Unión por un Movimiento Popular, aseguró en una entrevista publicada por 'Paris-Match' que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, es una de sus "múltiples influencias" políticas. Nadie comentó esto en España. Ni la derecha que entiende esto como un halago a Zapatero que no hay que airear, ni la izquierda que no quiere hacer de esto un elemento de sombra a la colega ideológica Ségolène Royal.

Hay dos formas de interpretar esto; el lado positivo es que Zapatero se ha convertido en el referente de todo político viviente sea del color que sea y la segunda es la que lo lía con todo lo anterior. Lejos de lo que todo el mundo piensa, la economía es una de las asignaturas pendientes del Gobierno. ¡Increíble!. Vale también demagógico. Intentaré exponerlo de nuevo. El reparto del crecimiento económico es el gran fracaso del Gobierno junto a la política de vivienda.

Aplicar parámetros macroeconómicos de derechas es lo que granjea al Gobierno la popularidad de las riquezas del Estado, la que le aísla de las críticas de la oposición en ese campo, pero la que nos entristece como hombres de izquierda. Quizá sea ese el secreto de la admiración de Sarkozy.

Fíjate como será de escandaloso que la crítica del PP al acto de ayer fue que el anfitrión no fue el dimisionario Comte. Valentía, por favor valentía en la próxima legislatura.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Decía Felipe González que era necesario crear riqueza para luego repartir. Asi justicaba sus buenas relaciones con lo agentes económicos. Estaba convencido de que en la gran economía no había izquierdas ni derechas. Los tiempos del "socialismo real" ha habían pasado a la historia después del fracasado sistema de "estatalización" soviético. En lo únco que se pueden identificar las izquierdas será en amplir los derechos sociales y en el reparto de la riqueza vía impuestos, con lo cual se resuelven los desequilibrios del llamado capitalismo salvaje. Nadie ha inventado ningún otro sistema desde que Adam Smith estableció aquello del "laissez faire, laissez passer", lo que quiere decir que para que se pueda crear riqueza se hace necesario permitir que se enriquezcan los de siempre. Depués vendrán los impuestos, cuyo nivel y valor vendrá dado por el color político del gobernante de turno.
Open Fields.

Alfonso Estébanez dijo...

Me resisto a ser una presa más del "laisser faire". Me resisto y junto a mi debería resistirse todo ser humano de bien que no pertenezca a la oligarquía económica de este país.

Este es un caso parecido a la ley de igualdad. Si la riqueza no se reparte desde el Estado, nadie va a optar de "motu proprio" por el reparto justo y por ganar 3 en vez de ganar 6.

Este tiene que ser el objetivo principal de un gobierno de izquierdas, que se desviva por el bien de sus ciudadanos de a pie. Hasta que esto pase, ¡caña!