Dream is over. (Se terminó el sueño)
Quizá no se haya terminado, y sea más correcto afirmar “sólo” que tendrá que esperar. Esta noche al igual que lo había hecho “de facto “ la madrugada del día 30 de Diciembre, ETA ha decidido romper su alto al fuego permanente y terminar con una tregua de 13 meses.
Este hecho nos reconduce un puñado de años atrás y devuelve a nuestros días el anacronismo de una banda terrorista que no comprende su escasa influencia en Euskadi y su nula capacidad de decisión. Del mismo modo ha quemado, quizá para siempre una generación de políticos abertzales que han tenido la oportunidad de entrar en la historia reconduciendo el terrorismo etarra por vías políticas para siempre.
Tardaremos en volver a tener otra vez una oportunidad como ésta para la paz. Tardarán en volver esos visionarios miembros de la iglesia anglicana que certificaron erróneamente que ETA no volvería a matar. Pero tardaremos poco en volver a ir a funerales, en volver a manifestarnos en las plazas de los pueblos, en volver a los paros de cinco minutos tras un atentado mortal. Me da pena, mucha pena.
Hoy quiero ser generoso en la crítica a la sociedad. Como decía en mi comentario de ayer y a pesar de ser muy complicado, voy a ser señor y no voy a mirar atrás. No voy a buscar las chinas en el camino, ni voy a señalar algunas posturas indignas a lo largo de todo este periodo de tiempo.
Hoy sólo toca lamentar que el sueño de otro verano de Euskadi repleto de turistas, como el año pasado, supurando vitalidad por todos sus poros, ha terminado. Que vuelve el miedo, que vuelven los escoltas, que regresan las miradas bajo los coches, que el futuro en Euskadi vuelve a ser muy negro, la antítesis de la colorista ikurriña.
He de confesar que he creído firmemente que ésta sería la última tregua. La tregua definitiva. He de confesar que tras la inútil babarie del 11-M el terrorismo etarra había quedado superado y que hasta los mezquinos terroristas etarras habían caído en la cuenta de lo inútil del asesinato. Pero no. Algunas voces clamaban esta mañana por un desmarque de la izquierda abertzale de esta ruptura del alto al fuego, pero yo ya en los Otegui, Permach, Berrera, Díez Usabiaga, no confío. Esperaremos otro cambio generacional en la izquierda abertzale para que esté lo suficientemente madura como para comprender que se puede ser independentista sin estar supeditado al asesinato y a la violencia
Desconozco que declarará el Presidente en la comparecencia que tiene prevista esta mañana, pero el discurso oficial no debe alejarse ni un ápice de lo que ha sido su comportamiento respecto al asunto desde que es Presidente: “Había una oportunidad, lo hemos intentado, y no ha salido. Ahora seamos lo más duros posible con el terrorismo, utilicemos a rajatabla el estado de derecho y aguantemos estoicamente cuantas muertes y atentados estén por venir”.
Seguro que los ánimos no están hoy para finalizar esa intervención con la frase que refleja la más cruda realidad de este problema: “Habrá que esperar otra nueva oportunidad para el diálogo y terminar de una vez por todas con esto”.
Hoy he estado muy correcto, los reproches me los dejo para próximos comentarios.
Quizá no se haya terminado, y sea más correcto afirmar “sólo” que tendrá que esperar. Esta noche al igual que lo había hecho “de facto “ la madrugada del día 30 de Diciembre, ETA ha decidido romper su alto al fuego permanente y terminar con una tregua de 13 meses.
Este hecho nos reconduce un puñado de años atrás y devuelve a nuestros días el anacronismo de una banda terrorista que no comprende su escasa influencia en Euskadi y su nula capacidad de decisión. Del mismo modo ha quemado, quizá para siempre una generación de políticos abertzales que han tenido la oportunidad de entrar en la historia reconduciendo el terrorismo etarra por vías políticas para siempre.
Tardaremos en volver a tener otra vez una oportunidad como ésta para la paz. Tardarán en volver esos visionarios miembros de la iglesia anglicana que certificaron erróneamente que ETA no volvería a matar. Pero tardaremos poco en volver a ir a funerales, en volver a manifestarnos en las plazas de los pueblos, en volver a los paros de cinco minutos tras un atentado mortal. Me da pena, mucha pena.
Hoy quiero ser generoso en la crítica a la sociedad. Como decía en mi comentario de ayer y a pesar de ser muy complicado, voy a ser señor y no voy a mirar atrás. No voy a buscar las chinas en el camino, ni voy a señalar algunas posturas indignas a lo largo de todo este periodo de tiempo.
Hoy sólo toca lamentar que el sueño de otro verano de Euskadi repleto de turistas, como el año pasado, supurando vitalidad por todos sus poros, ha terminado. Que vuelve el miedo, que vuelven los escoltas, que regresan las miradas bajo los coches, que el futuro en Euskadi vuelve a ser muy negro, la antítesis de la colorista ikurriña.
He de confesar que he creído firmemente que ésta sería la última tregua. La tregua definitiva. He de confesar que tras la inútil babarie del 11-M el terrorismo etarra había quedado superado y que hasta los mezquinos terroristas etarras habían caído en la cuenta de lo inútil del asesinato. Pero no. Algunas voces clamaban esta mañana por un desmarque de la izquierda abertzale de esta ruptura del alto al fuego, pero yo ya en los Otegui, Permach, Berrera, Díez Usabiaga, no confío. Esperaremos otro cambio generacional en la izquierda abertzale para que esté lo suficientemente madura como para comprender que se puede ser independentista sin estar supeditado al asesinato y a la violencia
Desconozco que declarará el Presidente en la comparecencia que tiene prevista esta mañana, pero el discurso oficial no debe alejarse ni un ápice de lo que ha sido su comportamiento respecto al asunto desde que es Presidente: “Había una oportunidad, lo hemos intentado, y no ha salido. Ahora seamos lo más duros posible con el terrorismo, utilicemos a rajatabla el estado de derecho y aguantemos estoicamente cuantas muertes y atentados estén por venir”.
Seguro que los ánimos no están hoy para finalizar esa intervención con la frase que refleja la más cruda realidad de este problema: “Habrá que esperar otra nueva oportunidad para el diálogo y terminar de una vez por todas con esto”.
Hoy he estado muy correcto, los reproches me los dejo para próximos comentarios.
4 comentarios:
Efectivamente sr Alfonso es una pena, pero le recuerdo que eta dio fin a la tregua (si alguna vez la ha habido) el 30 de diciembre en el atentado de la T4 de barajas donde murieron 2 personas, y de ese dia al día de hoy se han concedido a los terroristas muchas cosas como por ejemplo y para mi lo mas grave que eta vuelve a estar en los ayuntamientos con lo que ello conlleva y no creo que se lo tenga que explicar me imagino que hasta ahí llega su mente socialista.
Es hora que su gobierno rectifique y vuelva al pacto por la libertades que tan buenos resultados dio y seguro que el pp va ir de la mano con el gobierno
Estimado amigo anónimo: Solo un breve comentario que ampliaré más adelante.
El pacto por las libertades y contra el terrorismo es otro anacronismo. La situación que se buscaba es aislar al PNV que había pactado en Estella con la izquierda abertzale. Eso ya no pasa y el señor Imaz ha situado al PNV en lo más moderado del nacionalismo, sobretodo en lo referente a la política contra los violentos. Ahora no tiene sentido un pacto que los excluya.
Las situaciones nunca son permanentes y hay que tener la suficiente cintura para saber adaptar políticas a momentos, lo más inteligentemente posible.
Hola perro, soy anonimo y no me has pagado el voto.Es la 1ª vez que entro en tu pagina,creo que escribes demasiado, donde se quedaron los libros de texto con dibujos y en estos tiempos con los adelantos que hay no sale casi ninguna foto. que sepas que solo me he leido el 1º parrafo. Ya nos veremos en el botellon
Hola anonimo, me alegra que hayas entrado en nuestro blog por primera vez. Espero que se convierta en algo bastante asiduo.
Las fotos las pondría pero blogger sólo me deja poner una. Lo que sí puedo hacer es poner el artículo en bocadillos como si fuera un comic de esos que tanto te gustan.
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