Se acusa al Gobierno español de no tener un plan maestro, una pauta clara a seguir que guíe las medidas para salir de la crisis, sobre todo desde la derecha.
Los hechos, que vienen guiados por agentes especuladores exteriores, demuestran que no existe esa pauta, si no, ¿a qué viene el descalabro electoral de Angela Merkel de este fin de semana? A fe que no se puede acusar a la germana de hacer políticas social demócratas.
Su partido, en su primer control ciudadano durante la crisis en Alemania, (en el land de Renania), su coalición conservadora (ocultando a su ciudadanía las medidas de ayuda a Grecia) cayó 10 puntos respecto a las anteriores elecciones.
Como consecuencia de esta derrota, la mayoría en el parlamento alemán cambia de color y la pérdida de la mayoría en el Bundesrat podría obligar al Ejecutivo de Merkel a descartar sus planes de reforma fiscal y de la sanidad pública, así como el aplazamiento del apagón nuclear que prometieron en la campaña electoral de septiembre.
Como puede verse en detalles como éste, la ciudadanía tiende a culpar a los gobernantes de la crisis y de la mala salida de la misma, sea en Berlín o en Madrid. Sea cual sea la receta, sea cual sea la fórmula mágica que no existe.
Por eso tanto valoro que no habiendo receta, no se aplique ninguna que hiera los derechos de los trabajadores… eso sí que sería irrecuperable.
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