Cuando en la vida se es incapaz de rectificar después de hacer unas declaraciones sexistas, machistas, no sólo desafortunadas, sino vejatorias, el problema es propio, pero hay más culpables.
Pero voy a ir más allá. La rectificación no es posible, porque el alcalde de Valladolid no fue fruto de un calentón, sus declaraciones fueron producto de una meditación interna, de lo que comparte con sus íntimos en sus foros de mayor confianza y de lo que escucha habitualmente en los medios de comunicación ultraconservadores, sin que nadie sancione ni se escandalice por tales aberraciones.
El cambio de Gobierno ha traído una riada de descalificaciones, insultos y faltas de respeto hacia los entrantes y los salientes, que no paran de ser reproducidos en “zappings” tanto televisivos como radiofónicos… los del desafortunado (siendo generosísimo) Javier León de la Riva, sobre lo que le inspiran los “morritos” de la actual ministra de Sanidad, Leire Pajín, son la zafia sucia y machista punta del iceberg. Supongo que hoy los vallisoletanos se habrán acostado avergonzados.
Aun así, el día ha terminado y ningún miembro del PP ha tenido la delicadeza de corregir a su compañero de partido, éste es el mismo partido que tiene recurrida ante el Constitucional la ley que da derecho a las mujeres a decidir sobre su maternidad y que ridiculiza la educación sexual como base de una sociedad más sana y correcta. Esto no es casualidad.
Me preocupa que las declaraciones de ayer no sean un error, sino la línea ideológica de la derecha española. La misma que ha criticado punto tras punto todas las políticas de igualdad, que nos han convertido en un país pionero en el derecho de las mujeres a ser “como hombres”. Me preocupa que no se condene, que no se castigue y más que eso que se aliente y que se repitan en numerosos medios de comunicación esas mismas argumentaciones. Todo esto se convierte un peligroso, muy peligroso caldo de cultivo donde, al albor de lo que digan ciertos líderes mediáticos, millones de españoles, sus votantes, vean impunes y aplaudidas estas actitudes. Ojo con las conductas que conlleven estas líneas de opinión, mucho, mucho cuidado.
1 comentario:
En fin Alfonso, en tu FB tuviste una muestra excelente de por qué gente como el alcalde de Valladolid se permite esos comenteios: porque hay quienes les jalean.
Gente que cree que el respeto a la mujer es una actitud "para ligar", no para interiorizar. Y si no merecemos ni respeto, imagínate lo que pensarán de la conciliación de la vida laboral y familiar, el techo de cristal, el derecho al aborto...
De un tiempo a esta parte muchos hombres (y muchos sorprendentemente jóvenes) se han destapado como los cavernícolas que son. Me da miedo y asco a partes iguales.
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