Me gusta y me manda a la cama con una sonrisa, con una buena sensación, saber que el parlamento y fundamentalmente el PP, se ha replanteado, a base de presión popular, su voto en contra de la serie de medidas que la iniciativa legislativa popular, promovida por PAH, había propuesto para paliar el daño que la desigual ley hipotecaria está haciendo a muchas personas que han visto mermados sus ingresos por la situación económica actual y que ven con estupor que se mantienen sin que se mueva un ápice la carga de sus deudas.
La iniciativa presentada por la plataforma contra los desahucios, tiene varios puntos que son dignos de ser considerados. En primer lugar la dación en pago, con carácter retroactivo, que quiere decir que puedan sumarse a ella personas que adquirieron sus bienes inmuebles con anterioridad a su entrada en vigor. Ciertamente, es un hecho de libertad personal, de poder recuperar vidas, de poder, replantear la situación de muchas personas que se ven atrapadas de una decisión tomada en otro tiempo, en otra situación económica de un modo irreversible, donde lo que han acabado hipotecando no sus casas, sino sus vidas.
No quiero obviar que es una medida peligrosa para la banca y que pone en riesgo la concesión de créditos futuros, tanto en lo relativo a su concesión como a sus costes, pero es un derecho de la ciudadanía que ha regalado tanto dinero al sistema financiero a costa de sufrimientos.
Hoy, en un “relinchan luego cabalgamos” de manual, ya se oían en las tertulias de las cadenas ultraconservadoras del TDT, alusiones a presuntos beneficios económicos que las asociaciones que promovieron la ILP obtendrán por ello, ya se intentaba destruir lo ideológico, lo social de la medida, que no nos haga decaer.
Aun así, no hay que caer en el triunfalismo ya que lo de hoy ni siquiera es una victoria, es simplemente una “no derrota” el triunfo de la normalidad democrática. El “sí se puede” no es un grito de victoria sino un resquicio para seguir luchando. Hoy la ciudadanía ha mantenido su derecho a ver cómo sus representantes van a poner sus ideas en negro sobre blanco para solucionar un problema que cada día atañe a más gente, veremos cómo se retratan y si son capaces de resolverlo de un modo provechoso a la ciudadanía.
Al menos hoy no hemos salido derrotados, no es mucho, pero si se intenta, se puede.
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