jueves, octubre 31, 2013

Federalismo socialista.

Al hilo del relativo follón que en el seno del socialismo se ha armado en el Congreso por la oportunista propuesta de UPyD sobre el derecho a decidir, tengo unas enormes ganas de dar mi opinión.

Lo que pasa es que me fastidia no ser original y que mi pensamiento no sea nada revolucionario y coincida con una propuesta para la mítica “Conferencia Política del PSOE” que se celebrará en breves fechas. Se comenta, que un grupo de militantes de base propone en un documento de trabajo para que el PSOE se convierta en una federación de partidos.

No puedo estar más de acuerdo con esta propuesta. Siempre ha sido una de las banderas del PSOE presumir que es el partido que más se asemeja a lo que es la realidad de este país. Por lo plural, por el amplio espectro de pensamiento de izquierdas, por lo transversal dentro del socialismo, pero con sus diferencias, que son muy grandes, entre territorios.

La propuesta demandada por el pueblo catalán de someter su soberanía a una votación, es decir, al no va más de la democracia, ha generado dudas en el PSC, donde una vez más, lo variado de su representatividad ha provocado un debate interno donde se demuestra que es un partido en el que caben soberanistas y “unionistas” (si se me permite la expresión) unidos en torno a un pensamiento socialdemócrata.

La vieja y trasnochada, me atrevo a decir, guardia del PSOE ha instado, en un clarísimo brindis al sol a romper con el PSC y empujar a los más españolistas del partido al abismo político de presentarse con las siglas nacionales en Cataluña. Desmedida irresponsabilidad, o quizá medida me atrevería a decir.

La abstención del PSC en la votación en el Congreso no puede ser más razonable. ¿Cómo un partido catalán va a votar en contra de una herramienta democrática como es la de dar la palabra a sus propios votantes para que decidan sobre su futuro? ¿Cómo van a degradar la capacidad de decisión de los mismos a los que representan?

Lejos de ciertos dinosaurios del partido, lo ilógico hubiera sido votar en contra de otorgar a su pueblo, a sus votantes, a ellos mismos el derecho a decidir sobre su futuro.

Por eso, quizá el primer pequeñísimo paso hacia una democracia abierta de verdad en el PSOE, pase por ese paso de la federación de partidos. Que en cada región, los socialistas puedan decidir en virtud de su ideología y de los intereses de sus votantes, de los socialistas de su región. La política nacional empezaría a ser mucho más divertida, a la par que algo más real.

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