miércoles, mayo 07, 2014

La libertad de expresión miguita a miguita.

No sé cuánto tiempo ha llevó o está llevando construir un sistema en el que el individuo se sienta libre. Un sistema en el que la opinión, y como no la protesta como forma de manifestar la opinión, no esté perseguida y sea la base de un diálogo de todos los individuos de la sociedad.

No lo sé, y creo que no lo sabremos nunca cuando llegó el cenit de nuestro sistema de libertades que aun hoy es aparentemente idílico en contraposición a otros que nos rodean en los que la libertad está muy cercenada.

Quizá algún día se alcanzase su punto álgido nunca más alcanzable y fue ahí donde los poderes fácticos mundiales decidieron colocar la línea roja de la libertad de expresión.

Y no quiero convertir esto en un infumable ensayo con el fin de datar ese tope de la libertad de expresión, sino que lo que quiero poner el foco en una herramienta de esa estrategia de la censura como es la llamada “operación araña” que ha ocupado algunas lineas en los medios estos días y a la que la sociedad no ha ofrecido ni atención ni reacción.

Resulta que la Guardia Civil, exactamente su unidad Central Es­pe­cial número 1 ha detenido y puesto a disposición de la Audiencia Nacional a 21 personas acusadas de enaltecimiento del terrorismo por colocar una serie de tweets en la red del pajarillo con comentarios más o menos acertados.

La maquinaria de propaganda del sistema se ha apresurado a difundir videos y textos con los comentarios que se vertían, constitutivos presuntamente de delito.

En periodo pre-electoral el sistema saca músculo y amenaza a la población con convertirla en delincuente si en 140 caracteres sobrepasa lo que un Guardia Civil sentado en su ordenador considera como correcto. En este caso y como tema recurrente, ETA, pero… ¿Cuáles serán los siguientes qué apreciará el “benemérito” como delito la próxima vez?

21 ciudadanos, han sido llevados ante la Audiencia Nacional por escribir, o retwittear con más o menos gracia o gusto frases en las que se burlaban de atentados de ETA y de sus víctimas, o que hacían, al indefectible entender de la Guardia Civil, apología del terrorismo. Alguno de los resultados son esperpénticos como el de Begoña Rodríguez ferrolana con 40 seguidores en twitter cuyo delito es retwitear una ikurriña con el anagrama de ETA.

Es una amenaza a nuestra libertad de expresión. Ahora, antes de escribir algo delante de vuestro móvil, sea cual sea vuestro estado de ánimo o de embriaguez, o el contexto en el que lo pongáis… La Guardia Civil puede convertiros en delincuentes. ¿Cercena o no cercena la libertad de expresión? ¿Acojona o no acojona? ¿Amedrenta o no amedrenta a la población a manifestarse? Nadie está a salvo y todo el mundo calla, apenas un puñado de referencias protestando en la misma red… poco más. Pronto será tarde.

No hay comentarios: