viernes, febrero 02, 2007

A mis amigos en nombre de la solidaridad.

Hace unos meses, nuestro Presidente presentó ante la Alianza Española contra la Pobreza su intención de ampliar hasta el 0,35% del PIB en 2006 la ayuda a la cooperación internacional, una propuesta incluida en los Presupuestos del Estado para el próximo ejercicio.

Las declaraciones no podían ser una mejor declaración de intenciones (valga la redundancia): “Cuanto más rico es un país, más obligado está a ayudar a los que más lo necesitan', dijo Zapatero durante la reunión, y agregó que las líneas maestras de los Presupuestos aprobados el viernes en el Consejo de Ministros son 'para crecer más y distribuir mejor”. Los países desarrollados tienen la intención desde tiempo inmemorial de terminar destinando el 0,7% del PIB que reivindican las organizaciones sociales desde hace décadas, a la ayuda al desarrollo.
Es cierto que mis llamamientos, desde este modesto altavoz, han sido muy reiterados en la búsqueda de la igualdad social mundial, pero este escrito no se trata de un “brindis al sol” sino de un modo de revindicar la justicia a la hora del reparto.

“No en mi nombre” es un eslogan la mar de usado para fines diversos. Hoy quiero usarlo con el fin de no “mal repartir” el dinero que justamente se ha ganado la ayuda al desarrollo a instituciones que no lo merecen.

Tenía un compañero del equipo de rugby de la Escuela que tenía una ONG. Este hombre era y es un buen tipo, pero su ONG era su modo de vida. Es triste pero cierto, usaba los medios que le daban a su ONG para combinar la labor social con su beneficio propio. Es infame, lo sé y lo sabe y a fe que se lo hice saber en múltiples ocasiones, pero no creo que fuera muy escuchado.
Si esto pasa en el ámbito privado, ¿qué será de las ONG que están amparadas por el paraguas de un partido político?

La Fundación Humanismo y Democracia ha recibido más de 516.000 euros de subvenciones del Ayuntamiento en los últimos dos años, pese a las presuntas irregularidades cometidas en la justificación de sus gastos, según denuncia el PSOE municipal. El vicealcalde, Manuel Cobo, se comprometió hace más de un año a presentar un informe de la Intervención General para determinar si existieron o no irregularidades en la concesión de ayudas a esta fundación que aún no es público. Los grupos de la oposición (PSOE e IU) exigen explicaciones sobre las ayudas a esta ONG.

La gestión ha sido tan provechosa que el mes pasado, la Concejalía de Asuntos Sociales aprobó la concesión de una subvención de 240.979 euros a la ONG para fomentar la "educación básica y la alfabetización entre mujeres del municipio de Marinilla para la construcción de la igualdad y la paz en Antioquia (Colombia)". Además, en 2005 obtuvo otra ayuda a fondo perdido de 276.004 euros para "un plan socioeducativo para el arraigo, estabilidad y bienestar de la comunidad de Tolima (Colombia)". En total 3,6 millones desde 1995.

La organización ha recibido dinero del Ayuntamiento, pese a desaconsejarlo una auditora que evaluó algunos de sus proyectos. Otra de las irregularidades más llamativas consiste en la falsificación de los resultados de un proyecto para poder cobrar una subvención. El proyecto consistía en la construcción de 70 viviendas en Don Juan, Monte Plata, una zona de República Dominicana devastada por el huracán Georges en 2001. Por esta iniciativa, la fundación recibió una subvención de 329.929 euros. Pero cuando la consultora GPI Consultores DBF Auditor repasó el expediente se percató de la existencia de irregularidades. De hecho, emitió un informe en el que consideraba "que la ONG ha falseado los datos del informe final y que éstos no se corresponden con lo realizado".La auditora comprobó in situ, en una visita a República Dominicana el 6 de diciembre de 2006, que quedaban 24 viviendas por edificar. Sin embargo, había cobrado toda la subvención. Otra de las irregularidades manifestadas por la auditora PryceWaterhouseCoopers expresa que la fundación falsificó firmas de asistentes a cursos subvencionados.

La auditoria “in situ” corroboró la estafa. Aun así los fondos de la casilla de la Declaración y parte de mis impuestos como ciudadano de la capital van a esta Asociación. ¿Que más hay que hacer pare demostrar que están sustrayendo dinero del bolsillo de todos? ¿Qué más hay que hacer para que paguen por robar los recursos que debían ser destinados a los más desfavorecidos.Por favor, gobernantes e instituciones, vigilad los objetivos de las ONGs. O al menos si este dinero hace falta para financiar partidos, no escondáis como caridad esa golfería. No es mucho pedir, ¿no?.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien, Field, bien. Así se construye el mundo solidario. Un dato más para tu análisis: de los 6.000 millones de seres humanos que somos, sólo 2.000 vivimos en lo que llamamos mundo desarrollado, consumienmdo y derrochando. Otros 2.000 parece que son los que ocupan los espacios en vías de desarollo. Y el resto, otros 2.000, ni siquiera tienen lo mínimo para comer una vez al día.
Open Field.

Anónimo dijo...

Si ya de por sí es injusto apropiarse de los que no es tuyo, resulta repugnante quedarse con lo que otros entregan para remediar las carencias más elementales de otros. Tienes mucha razón con el ejemplo que aportas en tu último blog.
Open Field.

Anónimo dijo...

Muy buena exposición, al, la verdad es que es el dinero lo que pudre al ser humano.
Cuántas veces me he sentido culpable y despiadada, viendo en esos telemaratones recaudatorios, en épocas navideñas, claro, presentados por guapas y figurando caras conocidas cuyo caché (elevadísimo por cierto) se valora para salir en la primera fila, por no hacer una aportación grandiosa, deliberada. Porque, francamente, es como me hacen sentir, una ciudadana inhumana y cruel, por no poner 100 eurazos en la cta de antena 3 tv. Y venga anuncios en los que te echan la bronca por estar en el sofá de tu casa, siendo responsable de lo que miras. No me malinterpretes, no estoy apelando a la suerte que tengo de vivir en el primer mundo y lo sentimos por los que no, pero, ¿soy realmente impía por no destinar lo nada que me sobra del sueldo a una organización de estas que resulta que sí son gubernamentales cuando se trata de su propio beneficio? ¿no deberían protagonizar los tele-recaudatorios los propios del G8? ¿no debería dejar de especular la empresa farmacéutica con la salud de los seres humanos? ¿están realmente tantas responsabilidades a nuestro alcance? Me parece que aún tenemos mal entendido el concepto de desarrollo y que lo primero por lo que se empieza siempre es por la pasta y luego ya se verá... Eso es lo realmente erróneo y, además, desolador. De todas formas confío en q se llegue al destino del 0,7 y más, para el desarrollo verdadero y adecuado del tercer mundo.
un besín, al.
Tu cu.

Alfonso Estébanez dijo...

Hola a ambos;
Open field: Tu dato me parece muy revelador. Es impresionante la división de riqueza que hay en el mundo. Pero no obstante la reflexión va más en el sentido de la injusticia a la hora del reparto e incluso de la obscenidad del aprovecho de la situación en rédito propio.

Además y sobre todo es muy importante creer en las Autoridades como garantes del cumplimiento de los compromisos de las ONGs a las que aporatmos nuestro dinero. Es el modo de que dichas organizaciones no caigan en el más absoluto desprestigio.

Mi cu: En primer lugar valoro muchísimo tu piropo sobre la exposición. En primer lugar repito más o menos lo de arriba con matices. No quiero, ni mucho menos recurrir al tópico de que "damos poco al tercer mundo". No quiero que la gente tenga ningún tipo de sentimiento de culpabilidad. Lo único que quiero exigir es que lo que se dé de buena fe refleje las expactativas de los donantes. O al menos que no las defraude. El prestigio de las ONGs es muy importante y por eso hay que preservarlo y protegerlo.

En segundo lugar, yo también te apoyo y creo firmemente que el paso de llegar al 0,7% del PIB es muy importante de cara a reducir las desigualdades. Espero que algún día se haga de verdad una buena política de reparto mundial, aunque sea a través de las donaciones y limosnas del primer mundo.

Gracias a los dos de corazón.