El Tibet y la conciencia de occidente.
Cuando el ejercito chino entró en el Tibet en 1950 y lo convirtieron en una provincia más de la actual China no imaginaban que el mayor paso hacia la modernización del país iba a estar a punto de ser arruinado por una revuelta que busca la liberación del yugo chino de la zona budista.
Ahora, un cruce de acusaciones entre el primer ministro chino, Wen Jiabao, y el Dalai Lama es el árbol que no nos deja ver el bosque de la injusticia de esta situación y de cómo occidente mira hacia otro lado mientras que en la represión están muriendo decenas de personas cada día.
No es menos cierto, como se dice en el argot del derecho, que el oportunismo de los tibetanos hace que el Gobierno chino esté entre la espada y la pared, con la espada de Damocles del boicot a los Juegos Olímpicos sobre su cabeza.
Pero ahí tienen mucho que perder. Lo que antes era deporte amateur y que ahora es el fenómeno comercial más importante del mundo tiene demasiados padrinos como para arriesgarse con eso del boicot. De ahí que nadie haya salido con la cantinela.
Sobre todo Estados Unidos que en otra época y con la excusa del color político del Gobierno Chino no habría dudado ni un solo instante en acudir e incitar al boicot, no se ve capacitado.
El Gobierno estadounidense, que acaba de retirar a China de la lista de los peores violadores de los derechos humanos, ha quedado en una situación delicada tras la mortífera represión de las manifestaciones en Tíbet.
La represión en Tíbet ha creado "una situación muy embarazosa para su presidente, Bush, pocos días después de la decisión del Departamento de Estado de retirar a China de la lista de los peores violadores de los derechos humanos", subrayó T. Kumar, director de Amnistía Internacional para Asia y el Pacífico.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos y legisladores norteamericanos fueron sorprendidos por la decisión de Estados Unidos de eliminar a China de esta lista negra, y denuncian una degradación de la situación de los derechos humanos en el país asiático en momentos en que Pekín se dispone a albergar en agosto los Juegos Olímpicos.
Estados Unidos da prioridad a cuestiones diferentes de los derechos humanos en sus relaciones con China, que es unos de los grandes socios económicos y diplomáticos de Estados Unidos. ¿Y España?
2 comentarios:
Creo que lo más triste es que ni siquiera me extraño ya de que, en una decisión así, para EE.UU. lo de menos sea si realmente se respetan los derechos humanos o no. En cuanto a España, bueno, creo que la respuesta es clara: somos amigos de Marruecos y creo que el respeto de los derechos humanos en este país deja mucho que desear...
En cuanto a Estados Unidos, y cualquier potencia occidental, la falta de valor y gallardía para ir contra China está quedando muy patente.
Por menos se boicotearon Juegos como los de Moscú y Los Ángeles, aunque eso fueran otros tiempos. Ya nadie se atreve a boicotear el negocio Olímpico.
España es un ejemplo más de todo esto. Otro Gobierno occidental más que ni siquiera se plantea qué hacer con este problema. Otro Gobierno que espera que todo se soluciones por sí solo.
Gracias por tu acertado comentario.
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