lunes, enero 22, 2007

La sin ciencia de la violencia.

Alcorcón es una ciudad relativamente tranquila, lo sé porque he andado por sus calles multitud de veces. Alcorcón es mas, como declama su eslogan “turístico”. La gente que quiere proyectar la idea de que Alcorcón es algo así como Harlem, no lo dudéis, son meramente intoxicadores. Esa misma gente que piensa que a partir de las 10 de la noche no se puede transitar por ésta ni por ninguna ciudad española, (sin experiencia alguna porque ellos a esas tempranas horas están en sus confortables casas), no buscan más que criminalizar a la sociedad y en mayor medida a la juventud

No obstante, no quiero con esta pequeña declaración de principios, minimizar los penosos hechos violentos que ha acaecido este fin de semana en Alcorcón. Es inconcebible, cómo pueden existir personas que al más puro estilo “Gangs of New York” se citen en grupo con el único fin de zanjar las diferencias, las rencillas y los avatares a cuchilladas y puñetazos.

La violencia está de moda. Se ha convertido en una metáfora de notoriedad y no sólo en las calles. La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía se comprometió a calificar las agresiones a profesionales de la enseñanza como "atentados" contra funcionarios, al afectar a personas que trabajan en centros de ámbito público y a la prestación de un servicio educativo. ¡Bien!. Me parece descarnado e inconcebible que se convierta en un hábito el pegar a quien te educa. Me parece tan inconcebible, en su sentido estricto de la palabra, que no creo que esas escenas no sean más que el producto de tele-films americanos. Será por eso por lo que este tipo de casos no goza de minutos en los telediarios.

Pero no hay que perder de vista que muchas veces la violencia se tolera, se comprende y se ampara. Un claro ejemplo es lo que hace aproximadamente unos seis años, sin “poder” ser controlado por ninguna autoridad, viene pasando en Ciudad Juárez. Esto ya ni ocupa portadas, ni discusiones. La cifra de cadáveres encontrados a las afueras de la cuidad ya está por los cuatrocientos, y la de mujeres desaparecidas ronda las cuatro mil. Me quiero resistir, desde mi optimismo radical, a que este episodio de Alcorcón no sea más que un hecho puntual. A que sea un momento de ofuscación momentánea producido por un caos cósmico, que ha ocasionado que una ciudad entrañable, de gente obrera, de animada vida pública, se haya convertido en el Nueva York de la película de Scorsese.

No hay juventud violenta, ese es mi alegato final. Las personas que habéis visto en los informativos este domingo y que seguiremos viendo a lo largo de toda la semana no son representativos de la juventud. Como diría J.M. García, “No son capaces de representarse a sí mismos”. En Alcorcón se juntaron numerosas bandas, que han encontrado el mejor caldo de cultivo en las faldas de la xenofobia como lo encuentran en el fútbol o en el parchís si lo buscasen.
Por segunda vez en unos pocos años, tras los episodios de violencia de Costa Polvoranca, Alcorcón se ha convertido en el desgraciado referente mediático de la violencia juvenil. Desterrad ese fantasma, no es más que un espejismo fruto de la casualidad.
No son buenos tiempos para los pacifistas, esto es obvio. Lo único que espero es que no sean los mejores tiempos que los violentos hayan conocido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de Alcorcón empieza a ser preocupante porque ya han aparecido grupos interesados en echar leña al fuego. La iniciativa del alcalde de convocar a las istituciones de la ciudad, colegios, familias, ONGs, etc, coinciden con las declaraciones del Defensor del Menor Arturo Canalda, que intentan rebajar la tensión. Luis Rojas Marcos nos ofrece en su libro "La semilla de la violencia" las claves para analizar el proceso así como las posibles soluciones. Tendremos que leer a Rojas Marcos.
Open field.

Alfonso Estébanez dijo...

Es cierto que existen ciertos grupos que parece que desean darle a este suceso una dimension desmesurada. Tanto los medios de comunicación (ávidos de noticias sensacionalistas), como ciertos sectores de la extrema derecha (con ánimo de criminalizar la inmigración), están dando cancha a argumentos y opiniones tan alejadas de la realidad como extremistas.

Prometo, leer "La semilla de la violencia" y analizar esas claves que me indicas.

Gracias por tu comentario.