domingo, agosto 19, 2007

Homenaje a la TPA.

Se me acaba mi estancia en la capital del Principado y no me puedo ir sin rendir un homenaje a lo que he visto, con toda mi admiración, que se ha convertido en un medio de comunicación muy digno para una región (país) como es Asturies.

Estos días he podido admirar, con asombro y perplejidad acostumbrado a lo que me ofrecen en la capital del Estado, cómo una televisión pública puede despolitizarse y cómo puede dar un modesto servicio público cercano al ciudadano y de bastante calidad.

Seguro que os preguntareis cuál es la receta para que estos ingredientes queden “aldentes” y creo que son fáciles de combinar. En primer lugar magazines apolíticos que reflejen las inquietudes del pueblo, para aquellos que me leéis desde Madrid, imaginaos un “Madrid Directo” sin connotaciones políticas haciendo énfasis en todos los ayuntamientos (Concejos) sean de derechas o de izquierdas su gobierno. Un par de figuras regionales, como es “La Marquesina” o “Samba” y buenos programas propios de elaboración propia y con un fin de divulgación de la cultura como es “Camín de Cantares”...

Personalmente, es posible que el pequeño número de votos que supone Asturies en unas elecciones generales o la peculiaridad de una región como Asturies, en la que un Gobierno progresista, se entremezcla con un periódico de derechas como es “La Nueva España” como el más vendido de la región ayude a dar estas connotaciones.

Muchos de vosotros nunca podréis tener la oportunidad de degustar esta televisión, pero os garantizo a todos, gentes de izquierdas y derechas, que con un presupuesto cercano a la décima parte de lo que es Telemadrid puede hacerse una televisión que no sea cutre, sin seudo estrellas mediáticas como Sánchez Dragó, sin que sea sectaria y que además le guste al pueblo.

¡Que no se estropee la TPA!.

2 comentarios:

Toño dijo...

Asturies pais???? Creo que con comunidad Autonoma basta.
Con el resto estoy de acuerdo.

Un abrazo.

Alfonso Estébanez dijo...

Pues sí, hombre... esto de la definición de país cada uno la toma por donde quiere.

Seguro que si pongo que mi casa es mi país no suscita ningún mal comentario por parte de los miles de centralistas exhacerbados con los que convivimos.