El retorno de Cascos a la política, era un hecho previsible, casi anunciado. Su destino, era una cosa obvia; un feudo en Asturias al más estilo de su Fraga admirado. Con lo que él no contaba es con la ingente “marea” de enemigos que había forjado en su anterior vida y que no hacen más que ponerle trabas a su vuelta, la mayoría de ellas dentro de su propio partido, lo que dado nuestro sistema electoral, se convierte en el mayor de sus problemas.
Siempre he preconizado un cambio de la idea política asturiana. Para avanzar como región es fundamental que los partidos mayoritarios, o alguna fuerza nueva regionalista asuma el verdadero compromiso de pelear, de verdad, sin pliegues a la dirección en Madrid, por derechos y por prebendas para Asturies. Pero eso, amigos míos, creo que tiene que venir de la regeneración de la clase política asturiana. Es necesario políticos de mayor altura y presencia, de más repercusión, tanto regional como nacional.
Al hilo de mi reflexión, la presencia de Cascos en la vida política astur es un golpe al status quo (no confundir con que me agrade ni un ápice la idea de ver a Francisco como presidente de los asturianos), pero puede ser un acicate y un reto para el resto de fuerzas políticas, incluso para la propia.
Con Ovidio convertido en el eterno perdedor, pero con el apoyo de Génova, aunque más bien se trate del rechazo de Rajoy a tener la sombra de Cascos dando vueltas en su entorno más cercano, el PP asturiano se enfrenta al dilema de apoyar un cambio hacia el aznarismo con un político de más peso (y más pasado, pesado lastre) o el continuismo por la senda de la derrota y las declaraciones constantemente desafortunadas de un personaje con poco carisma como es Sánchez.
La verdad es que desconozco qué pasará dentro del partido, pero… me temo que la sociedad asturiana está tan falta de notoriedad nacional, que puede ser que vea en Cascos el líder que la saque del ostracismo… peligroso.
La derrota del ex ministro es mucho más probable en el interior de su propio partido que en las hipotéticas elecciones posteriores, no me cabe duda.
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