martes, enero 22, 2008

Justicia en España, problema de discriminación.

Sé que algunas veces he tocado este tema, sé que la visión que expongo puede parecer más cercana a la de Alicia en el país de las maravillas, pero tengo que volver a expresar mi convencimiento de que el sistema judicial discrimina.

El único punto que me tranquiliza es que al final la justicia funciona para los ciudadanos de a pie, con mayor o menor lentitud, pero funciona… Por el contrario lo triste es que esto ocurre porque no hay política de por medio.

Pero no solo eso sino que, aún así, los jueces de alto standing también pueden ser imparciales, o por lo menos no tienen tan claras sus opiniones, que se dictan desde las sedes centrales de los dos partidos mayoritarios, cuando los asuntos a tratar no tienen que ver con sus directas decisiones partidarias.

Viene esta reflexión a colación de la sentencia contra Atutxa y sus dos compañeros de la mesa del Parlamento Vasco. En una situación como ésta los altos tribunales sí son independientes, sí son capaces de no verse coaccionados por las políticas de los dos partidos principales.

Aunque sea, como en este caso, con desacierto, al menos se garantiza la inseparable emoción al sistema judicial.

No me resisto a clamar, que esta condena es un error, que no me parece de recibo. Que la acusación particular está tan mediatizada que está por completo desprestigiada. Pero que ha tenido la suerte de salir victoriosa y ha conseguido el objetivo de putear sin escrúpulos a un Juan María Atutxa, ya retirado de la política.

Los jueces que en muchas ocasiones se comportan como chicas de compañía, ofrecidas al mejor postor, que se agrupan en clubs de alterne politico-judiciales para evitar errores y para identificarse como prostituibles, tienen mucho que cambiar. Lo más curioso es que mientras que las primeras instancias sí son justas, con la subida en el escalafón se tuercen, se politizan, se colocan y pierden su objetividad.

Habrá que darle una vueltecita.

3 comentarios:

Antonio Pulido Ruiz dijo...

Alfonso, acertadísima reflexión que comparto totalmente. Espero que este apoyo que te expreso, no lo interprete nadie como que nosotros apoyamos otros comportamientos violentos.

Alfonso Estébanez dijo...

Muchas gracias, Antonio. Me agrada que sigas echando un vistazo a este blog y me agrada muchísimo que compartas mi opinión.

Sólo quiero que se sepa que me preocupa que la justicia esté al servicio de la política... sea para el lado que sea. Deja al sistema y a sus ciudadanos muy cercanos al borde del precipicio.

Rafael del Barco Carreras dijo...

!UN PEDERASTA ANDA SUELTO!

¡ES VOMITIVO!



Rafael del Barco Carreras



¡Un pederasta anda suelto! Los que hemos sido empresarios sabemos que aplicando la FILOSOFÍA LABORAL que reina en la Administración Pública, la JUSTICIA, nuestra empresa hubiera QUEBRADO, o sea, todos a la CALLE. Es la gran diferencia, ¡y viene de siglos!, entre las decenas de millones de españoles que trabajan con el sudor de su frente, EMPRESARIOS Y TRABAJADORES, y los que lo hacen para el ESTADO. Simplemente es el Franquismo, lo de siempre, el Funcionariado no trabaja, FUNCIONA, ¡a su aire!. Y todos sabemos que sin un mínimo de disciplina, exigencia, sana ambición y entrega por ambas partes ninguna empresa humana consigue sus objetivos, y esa PROPIEDAD DEL CARGO O DESTINO cuando tras las “oposiciones”, entre comillas, se encaraman a la FUNCIÓN PÚBLICA convierte esa función en un chollo para el propietario y la mayoría de las veces en una pesadilla para el que pretende el SERVICIO PÚBLICO.

Los PROGRES CATALANES que ganadas las elecciones a la Generalitat metieron las narices en la ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, sentenciaron que aquello era un desastre, el 30% de abstenciones laborales, eso… y que en la propia Generalitat había una larga lista de gente que nunca apareció por su lugar de trabajo, que nadie conocía. Pero ¿hubo despidos masivos? ¡Ni hablar! Todo sigue igual.

Yo estaba entonces en prisión y entre las absurdas esperanzas creí que se me agilizarían algunos de los eternos expedientes… y salí siete días después de cumplir la totalidad de la condena. El socialista juez de Vigilancia Penitenciaria Joseph Lluis Albiñana Olmos, primer presidente de la inicial Generalitat Valenciana, hoy ascendido a Magistrado de Sala, el del “arrepentido de Javier de la Rosa”, estaba de viaje, o eso dijeron sus empleados a mi mujer y abogado. Yo salí siete días después por una vieja estafa (las letras de una sociedad donde precisamente el presidente fuera Antonio de la Rosa, padre de Javier), y los asesinos y violadores de Hospitalet, o los violadores y asesinos de Nou Barris… bajo su jurisdicción… tan campantes de permiso…y violaron y asesinaron… 2004, y nadie se acuerda ni de los hechos, de las víctimas, la Junta de Tratamiento de Brians, ni menos del Juez que sigue impartiendo Justicia.

La JUSTICIA está en quiebra por culpa de sus trabajadores, y el PUEBLO, el dueño del negocio, cede por la fuerza de la Historia esa propiedad a sus TRABAJADORES, que controlan a su aire la empresa en perfecta AUTOGESTIÓN, y nadie quiere meter mano a esa BARBARIDAD. Total, un mejunje endogámico y amigocrático, donde tiene cabida toda la arbitrariedad y corrupción imaginable.