Locuras arquitectónicas.
Cuando paso una temporadita aquí en Asturies, vuelves a estar un poquito cerca de sus inquietudes de sus problemas y de sus polémicas.
Una de ellas, que por lo absurdo roza la inocentada, es la de las torres que el Ayuntamiento ha propuesto hacer al archifamoso arquitecto Santiago Calatrava.
El consistorio ovetense fuera de la lógica urbanística, estética y política ha decidido que en la llamada parcela de “El Vasco”, hay que construir las llamadas “trillizas” tres torres de 133 metros de altura, con 39 plantas y 300 viviendas. Para los neófitos os comento que es una parcela en mitad del Oviedo medieval, muy cerca de la Catedral, e integrado en el entorno del patrimonio cultural que el UNESCO marca.
El populismo de “Gavinin” roza lo extremo. Afortunadamente de fuera viene la corrección. Lo curioso es que la guía de este bien hacer viene muy marcada por el sentido común e incluso por organismos internacionales. De hecho el proyecto pone en peligro la continuidad del reconocimiento de la Unesco como patrimonio de la humanidad por el impacto "negativo" que acarrearía a la Catedral y al casco antiguo de la ciudad.
La UNESCO tratará de trasladar a los responsables políticos implicados en el proyecto el mensaje de que el reconocimiento de la organización internacional no supone únicamente una distinción, sino que lleva implícito una responsabilidad a nivel mundial de conservar y proteger ese patrimonio. "No se puede aprovechar sólo como marca turística, sino que hay que protegerlos", incide.
Que a los arquitectos les puede el ego no me cabe duda, que los políticos deben medírselo de vez en cuando, tampoco. ¡Oviedo espabila!.
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