Carta a Miguel. (Para cuando tu entorno te hace dudar)
Querido Miguel:
Ayer, mientras disfrutábamos de una bonita conversación política te prometí esta carta. Esta carta en la que quiero quitarte los miedos, los complejos y te quiero pedir que te reafirmes en tu ideología y que pongas tu voto a los pies de ese cometido.
Ayer, mientras disfrutábamos de una bonita conversación política te prometí esta carta. Esta carta en la que quiero quitarte los miedos, los complejos y te quiero pedir que te reafirmes en tu ideología y que pongas tu voto a los pies de ese cometido.
Ya te lo comentaba el otro día, eres víctima de tu entorno laboral. Vives en un conflicto entre las cosas que te cuentan los muchimillonarios de tus clientes, y los niños de papá entre los que te mueves y tus convicciones ideológicas.
A esa gente los progresos sociales se la traen al pairo. A esta gente el salario mínimo interprofesional y la cuantía de las pensiones no contributivas les importa muy poco. Y tú te dejas convencer. Te ves en una espiral en la que parece que todo lo que escuchas, lo que te cuentan, te impide que tus ideas de progreso, que tu amor por el laicismo, por la igualdad, por el reparto justo de la riqueza se hagan un huequecito.
Tienes que aislarte y no dejarte caer en los cantos de sirena de los que, no recíprocamente, ven tan lejos la crítica a sus ideas conservadoras. A ellos no les importa nada, ellos sí lo tienen claro y como toda la derecha nunca se plantea la abstención de castigo.
A mí, en muchas ocasiones, me tachas de escasez de crítica. Pero mi crítica existe y aunque es posible que sea mucho más complaciente, es una crítica que se va hacia la izquierda. No dudo en mis criticas de las fórmulas tradicionales de la socialdemocracia, de hecho me parecen una buena base para buscar un paso más. Mi crítica no escucha las maldades de la derecha, no niega de los números macroeconómicos totales de la legislatura, no niega los avances sociales. Eso que niegan los que te comentan las cosillas que te hacen dudar.
En general, los medios de comunicación, sobre todo los que te hace escuchar la derecha tienen la lección aprendida y buscan hacer dudar a gente como tú, con discursos basados en falacia que bien urdidos pueden servir para convencer a gente con formación, pero escasos de memoria política como tú.
Luego te oigo divagar, con Ciudatans, con Rosa Díez, con gente que se declara de izquierdas, pero que no tienen programa, ni partido, sólo nombre y unos medios de comunicación de derechas que le hacen la campaña. Un Federico y una Telemadrid, que les conceden barra libre en sus tribunas... ¿serán tus esperanzas blancas, de izquierdas de verdad si le dan megáfonos los enemigos del progreso? No amigo, no.
Sólo te pido que seas ideológicamente fuerte, que no te hagan dudar y que recuerdes que las opciones exóticas de izquierdas el día 9 de Marzo, sólo conducen a que tu ministro del Interior pueda volver a ser el mismo que te mintió a sabiendas hace cuatro años y que las políticas sociales te las dicte un señor de 80 años desde El Vaticano.
Piénsalo y no te dejes comer tu ideología por demagogos ventajistas, que te exigen crítica cuando ellos nunca jamás la ejercerán.
Como te dije, yo recordaré orgulloso esta legislatura, porque lejos de lo que te cuentan tus intoxicadores, ésta no es sólo la legislatura de las bodas entre maricones.
2 comentarios:
Estimado Alfonso,
por alusiones.
Por un momento me has recordado a Aznar, en su epístola a un joven español, y orgulloso de serlo, llamado, como no, Santiago.
A donde nos lleva la precampaña electoral!!!, en la que todo vale y que sirve de triste colofón a una legislatura bronca y sucia. En la que la oposición ha conseguido desligitimar y politizar la justicia y en la que los insultos por ambas partes han estado por encima de las ideas, los proyectos o esos avances sociales de los que tanto me hablas.
O en la que la mayor preocupación de los españoles, de acuerdo con los políticos, no tiene que ver con el bolsillo, educación, avances tecnológicos o el desarrollo, si no con las mochilas del 11M y las barrabasadas de unos tipos del norte, con un peluquero bastante poco cool, todo hay que decirlo.
Te agradezco tu preocupación por mi independencia ideológica, pero no te preocupes, estoy muy bien así. Descreido y escéptico ante todo este politiqueo y mercadeo ideológico.
Y pongo mi voto a los pies de este blog.
VERDES al poder!,
Un abrazo,
Miguel
¿Qué pinto yo haciendo un comentario a este cruce de opiniones entre dos amigos?. Seguramente, poco.
Pero como la antigüedad es un grado, voy a permitirme terciar con una reflexión muy somera: el debate seudo-político propio de campaña electoral no me interesa.
La política, como medio de organizar mejor la vida común, sí. Mucho. Alfonso pertenece al grupo de jóvenes ilusionados con un credo, que quiere defender a machamartillo. A veces, dando la impresión de que no está dispuesto a objetivizar su crítica. Peligro, pues, para su credibilidad.
Marias se manifiesta como un escéptico, pero yo imagino que no lo es. Su independencia ideológica está, seguramente, esperando tiempos mejores. No para venderse en ello, sino para auparse en un proyecto común en el que se pueda, razonadamente, dicrepar.
¿Hay alguien más ahí?
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