jueves, enero 31, 2008

Estas cosas no son casualidad. (¡Vivan los neo-con!).

A Manuel Lamela, que por otra parte me parece un chulo de diseño, le ha caído en desgracia la necesidad de admitir, le cueste lo que le cueste, que es el estandarte de los neo – cons en el rollo este del Hospital Severo Ochoa de Leganés.

Dicen los periódicos hoy, que el susodicho se encuentra en Baqueira Beret, echándose unos skys, ajeno a la rueda de prensa que tendrá que dar a su vuelta para pedir disculpas a los preparadísimos y stajanovistas trabajadores del hospital público de Leganés.

La semana pasada, la sentencia judicial que absolvía al cuerpo médico del hospital, del presunto asesinato de 400 enfermos, dejaba tranquilos a un puñado de presuntamente buenos y formados profesionales e intranquilo a un Gobierno de la Comunidad de Madrid, en pleno.

No tengo que sacar la cara, ni siquiera la punta de la nariz, por los médicos del servicio de urgencias. Pensad un poco. Unos profesionales de seis años de dura carrera, con un par de ellos más de especialidad que acaban siendo “maljuzgados” por politicuchos serviles que apenas deben conocer el nombre de un par de medicamentos. Profesionales, trabajadores, obreros, que hacían su trabajo y que fueron relevados de su puesto con el fin macabro de desprestigiar el sistema de salud público…¿o algo más?

Claro que sí. Algo más. En aquella época, os recuerdo, estaba de moda la película de Bardem de “Mar Adentro”. Se abrió entonces un ficticio debate sobre la eutanasia, desde los más reaccionarios poderes morales de la sociedad. Nos pareció casual, pero no lo era… Era el inicio de una campaña orquestada que continúa ahora con el tema de las clínicas abortistas.

Alguien, una mano negra, desde algún sitio indeterminado tiene una agenda con los temas que hay que tratar. Con la serie de toques que hay que darle a la sociedad desde el punto de vista etico-ultracatólico para que nadie vaya un paso más de lo que entienden tolerable. Lo peor es que hay un partido que los acoge y les da un megáfono para que la sociedad no se pervierta y juegue a ser del medioevo en pleno siglo XXI.

Ahora que lo he descubierto, ¿qué será lo próximo? ¿El condón?. ¿El fornicio?. ¿Los bares de copas como templo de Satán? Igual por eso quieren cerrar Costa Polvoranca. Ojito.

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