Dia 1 de Marzo, día sin móvil.
Hoy día 1 de Marzo una serie de colectivos entre los que se encuentran sindicatos y organizaciones de consumidores han propuesto “el día sin móvil”.
Estas asociaciones han pedido a los usuarios de teléfonos móviles que apaguen sus aparatos durante todo el día para mandar una señal a las operadoras y a los organismos reguladores, justo el mismo día que comienzan a operar con sus nuevas tarifas, (lógicamente aumentadas).
El pasado mes de Diciembre, aunque debido al ruido político pasó de puntillas, se aprobó la nueva Ley de Mejora de la Protección de Usuarios y Consumidores con el objetivo de prohibir el redondeo y obligar a las compañías a cobrar por tiempo real y uso efectivo de los servicios. En un principio las asociaciones de consumidores vieron en esta medida un enorme acierto gubernamental, ya que permitía al consumidor pagar sólo por lo que consume.
Tras las subidas anunciadas el pasado mes de Enero, en las que está trabajando el Servicio de Defensa de la Competencia, se asegura que las operadoras dejan sin efecto la nueva legislación que acaba con la "injusta" práctica del redondeo, con la cual el usuario pagaba por determinadas cantidades de tiempo de llamada que nunca llegaba a utilizar. La fórmula es muy clara las compañías impiden la bajada de facturas a través de un incremento, tanto del establecimiento de llamada, como de las tarifas, penalizando las más cortas y más habituales. El consumidor paga “sólo” lo que consume, pero lo paga mucho más caro.
Hoy día 1 de Marzo una serie de colectivos entre los que se encuentran sindicatos y organizaciones de consumidores han propuesto “el día sin móvil”.
Estas asociaciones han pedido a los usuarios de teléfonos móviles que apaguen sus aparatos durante todo el día para mandar una señal a las operadoras y a los organismos reguladores, justo el mismo día que comienzan a operar con sus nuevas tarifas, (lógicamente aumentadas).
El pasado mes de Diciembre, aunque debido al ruido político pasó de puntillas, se aprobó la nueva Ley de Mejora de la Protección de Usuarios y Consumidores con el objetivo de prohibir el redondeo y obligar a las compañías a cobrar por tiempo real y uso efectivo de los servicios. En un principio las asociaciones de consumidores vieron en esta medida un enorme acierto gubernamental, ya que permitía al consumidor pagar sólo por lo que consume.
Tras las subidas anunciadas el pasado mes de Enero, en las que está trabajando el Servicio de Defensa de la Competencia, se asegura que las operadoras dejan sin efecto la nueva legislación que acaba con la "injusta" práctica del redondeo, con la cual el usuario pagaba por determinadas cantidades de tiempo de llamada que nunca llegaba a utilizar. La fórmula es muy clara las compañías impiden la bajada de facturas a través de un incremento, tanto del establecimiento de llamada, como de las tarifas, penalizando las más cortas y más habituales. El consumidor paga “sólo” lo que consume, pero lo paga mucho más caro.
La acción del Gobierno no está siendo excesivamente ágil. Si bien el incremento de las facturas se anunció hace ya casi dos meses, el Ministerio de Industria la única medida es afirmar que el asunto se ha remitido al regulador del sector para que investigue si las compañías pactaron sus precios, y añadir que el Gobierno tomará las medidas pertinentes si "se detecta el menor indicio de comportamiento anti competencia". El problema no es ese. El problema radica en que se está cometiendo un fraude de ley para cumplir la ley “anti-redondeo” sin ver disminuidos los ingresos y la clase dirigente no parece hacer nada.
Ante la posibilidad de que las operadoras pudieran sancionar económicamente a aquellos usuarios que soliciten la baja de sus contratos tras el cambio de tarifas, el Instituto Nacional de Consumo recordó a los consumidores su derecho a darse de baja sin abonar penalización alguna. Además, el usuario debe ser informado con un mes de antelación de las modificaciones que se van a aplicar en su contrato. Esta es la más brillante idea que se le ocurre a un organismo público, que mandemos nuestros móviles a tomar vientos.
De todas formas, esto parece que da igual. Entiendo que un problema que provoca que nuestras tarifas de móvil crezcan de forma desmesurada no rompe España. Ni supongo que pueda valer para obtener ningún rédito político. Porque ni el Gobierno, con sus declaraciones tenues, ni nuestro Presidente (que como afirma Angel Arias en el escrito de su blog; “Zapatero Manifiestate” ) no hace declaraciones al respecto, ni la oposición que este problema real de los españoles se lo pasa por el “arco del triunfo”, han puesto el grito en el cielo.
Supongo que el Gobierno, siguiendo la teoría del “no meneallo” y la oposición en su errónea convicción ideológica del “laisser faire”, y los medios de comunicación, no deben usar móvil y por eso no hacen de esta nefasta gestión de los intereses de los ciudadanos tema de interés. Por eso y porque sus tarifas las pagamos nosotros.
Al igual que pasó con el apagón en favor del cambio climático de hace unas semanas, el “Día sin móvil”, tendrá un escaso éxito. Los boicots sólo funcionan si están política, financiera y periodísticamente apoyados (véase el mítico Boicot a los productos catalanes). Las facturas que las compañías nos girarán a final de mes, serán mucho mas exitosas, no os quepa duda. A mi ya me han llamado 6 veces. Mientras tanto nadie hace nada, verdad verdadera.
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