Cada vez que pienso escribir sobre esto me propongo que sea la última vez. No es útil, malgasto energías y sobre todo me malhumoro.
Todos los periódicos digitales y tradicionales le dedican hoy líneas y líneas a las valoraciones de la deuda griega, y a la par a la valoración de la deuda española y a cómo el país en pleno está actualizando por minutos las páginas web buscando alguna noticia referente a la valoración de la deuda española por parte de esas empresas especializadas, como Standard & Poor's, Moody’s y Fitch.
Voy a expresar la pregunta del neófito inocente: “¿Cómo estas empresas que erraron en sus valoraciones de forma obscena, por ejemplo con Lehman Brothers, siguen siendo las luces que iluminan los mercados? “ Y voy a dar la respuesta del observador incrédulo en el sistema, la mía: “Detrás de todo”
Tres años después, y reitero mi frase favorita en estos escritos, todo sigue igual.
Que va a haber un descenso de la calificación de la deuda española es obvio y no hace falta ser un experto visionario para preverlo. El objetivo de la paridad euro dólar como la vuelta global al crecimiento ingente pasa por hacer sangre al euro de una forma controlada, y yendo a los eslabones más débiles. España, Portugal, Irlanda, Holanda y como no Grecia, son los objetivos más directos.
Pero hemos de estar tranquilos. Los ataques a España nunca van a ser tan sangrientos como lo están siendo con el país heleno. Una cosa es participar de una estrategia en la búsqueda de la depreciación del euro y otra es desear hundir de manera irrecuperable, dentro de Europa una economía entre las diez, doce economías mundiales.
Mientras que esto llega, sólo cabe esperar. Leer los decímetros cúbicos de tinta que se vierten de forma gratuita e inútil sobre el tema y aprender a vivir con el anterior sistema, que será el mismo con el que estaremos durante décadas. Con los pueblos expuestos al capricho de los especuladores y los inversionistas.
1 comentario:
Me gusta acertar en mis comentarios, jeje... con horas de diferencia.
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