Parece más fácil.

Cuando ante un hecho de gran repercusión mediática, como una inundación, un incendio, cualquier desgracia personal mediáticamente importante, la labor política parece tan fácil, no llego a comprender la escasez de mira de los políticos. No quiero hoy ser partidista ni arrimar ningún ascua a ninguna sardina, sólo plasmar un hecho que me parece muy obvio sin caras, ni etiquetas, ni partidos, ni ideas.

El ejemplo tan actual sobre el que voy a desarrollar todo esto, es la delantera diplomática que de una forma real o ficticia, nos ha tomado la vecina nación francesa, para liberar a sus compatriotas en el Chad.

Este domingo, a medio día, el presidente de Francia fue recibido en el aeródromo de Yamena por el mandatario de Chad, Idriss Deby Itno. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy se fue con el trofeo minutos después, de que un juez ordenó la liberación de cuatro azafatas españolas y tres periodistas franceses detenidos por el caso de la asociación Arca de Zoé, al anochecer ya estaban en suelo francés.

Desconozco si la labor diplomática de diez minutos ha arreglado más de seis días de sufrimiento, de hecho me extraña, pero más me extraña que no hubiese ningún diplomático español o miembro del Gobierno, o al mismísimo Zapatero saliendo con Sarkozy en el avión. ¡Aunque sea sólo para aparentar!

Recuerdo que Schroder ganó unas elecciones por ser capaz de estar al lado del pueblo en unas terribles inundaciones. Los políticos no aprenden de los ejemplos que le dan otros. Y eso me parece preocupante.

Por eso me extraña, que cuando hay un hecho diplomático de escala mundial, cuando hay retrasos masivos en las Cercanías, incendios en Guadalajara o inundaciones en Alicante, cómo la responsabilidad se diluye. Cómo se delega en miembros de segunda fila de los gabinetes y cómo se deja pasar el tren de la notoriedad positiva, con mucho que ganar y muy poco que perder arriesgando un puñado de horas.

Me gustaría de verdad que alguien me lo explicase. Me gustaría saber si esto que de manera populista hace con frecuencia Napoleón Sarkozy es una ciencia fuera del alcance de los políticos patrios.