De Caminos soy.
A veces es necesario contentar al exigente público de este blog. La “cancioncilla” que adjunto a continuación tiene mucho de irónica y muy poco de ofensiva.
Compuesta allá por el 2.000 a la salida de una infumable clase de Resistencia en el C.E.S. se convirtió rápidamente en himno oficioso de los terceros tiempos del equipo de Rugby de Caminos, al que añoro, y de cualquier otro tipo de evento donde interviniesen estudiantes de Caminos de Madrid (U.P.M.).
La concurrencia me solicitó que la colgase, supongo que para cantarla en las múltiples comidas y actos y como me debo a mi público, aquí está. De mano, disculpas a todas las gentes de buena fe que se sientan ofendidas, pero vamos se lo tienen merecido por no ser Ingenieros de Caminos, y eso que ahora hay sitios que por unos cuantos millones de pelas al año te lo regalan en cinco.
Que no, que no, que no,
que no somos de “Agronomós”,
Nosotros hacemos algo más
que vender abetos por Navidad.
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
¡Pero qué dice usted,
que yo no soy de INEF!
Que tanto esteroide encoge la polla
y ya ni se la ven.
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
Si ves una "*******”,
Seguro que es de minas.
Si dices que eres de esta Escuela,
Seguro que te la tiras.
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
Que no, que no, que no,
que no soy de Industriales,
que esos tienen el mismo futuro
que los de Empresariales.
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
Que no cago’n la puta
que no soy de Arquitectura.
Nosotros firmamos mucho mejor
Fachada y estructura.
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
A veces es necesario contentar al exigente público de este blog. La “cancioncilla” que adjunto a continuación tiene mucho de irónica y muy poco de ofensiva.
Compuesta allá por el 2.000 a la salida de una infumable clase de Resistencia en el C.E.S. se convirtió rápidamente en himno oficioso de los terceros tiempos del equipo de Rugby de Caminos, al que añoro, y de cualquier otro tipo de evento donde interviniesen estudiantes de Caminos de Madrid (U.P.M.).
La concurrencia me solicitó que la colgase, supongo que para cantarla en las múltiples comidas y actos y como me debo a mi público, aquí está. De mano, disculpas a todas las gentes de buena fe que se sientan ofendidas, pero vamos se lo tienen merecido por no ser Ingenieros de Caminos, y eso que ahora hay sitios que por unos cuantos millones de pelas al año te lo regalan en cinco.
Que no, que no, que no,
que no somos de “Agronomós”,
Nosotros hacemos algo más
que vender abetos por Navidad.
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
¡Pero qué dice usted,
que yo no soy de INEF!
Que tanto esteroide encoge la polla
y ya ni se la ven.
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
Si ves una "*******”,
Seguro que es de minas.
Si dices que eres de esta Escuela,
Seguro que te la tiras.
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
Que no, que no, que no,
que no soy de Industriales,
que esos tienen el mismo futuro
que los de Empresariales.
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
Que no cago’n la puta
que no soy de Arquitectura.
Nosotros firmamos mucho mejor
Fachada y estructura.
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
¡Qué bien, qué bien que de Caminos soy!
4 comentarios:
Hola
Entre ingenieros -prácticamente hay consenso en esto-, es muy llamativo -y a veces empacha-, aburre y se aborrece este narcisismo absurdo e irreal.
No sé si es complejo de inferioridad con otras ingenierías o que; esto le sucede a un alto porcentaje de egresados de esa escuela (no todos, gracias a Dios) sin ni siquiera haber entrado en el mercado laboral, ya en quinto se dejan notar estas inquinas absurdas.
Pero en el mundo laboral, en el que tengo exactamente la mismas perspectivas laborales que un ingeniero de caminos, al igual que la tiene un ingeniero industrial o de agrónomos, hay que ser más respetuoso y humilde.
En definitiva, hay que ser un poco inteligente como para no creerse de arriba abajo, los discursos de Manolito Melis u otros profesores , que se cargan la deontología profesional que debiera tener un ingeniero de caminos.
En fin,
Que aburrido hay que estar para analizar en esa profundidad la letra de esta canción, igual debería usted haber estudiado letras. El caso es que si no es usted de caminos no la cante y si lo es y no quiere cantarla es una pena que alguien con tan poco orgullo y pasión por su carrera pueda ir por la calle diciendo que es ingeniero de caminos. Yo pienso que es la mejor carrera del mundo igual que un arquitecto creerá que es la suya pero que pena repito no pensarlo.
Que bien, Que bien, que de caminos soy!!!
Y la seguimos cantando en todos los Intercaminos !!
A veces no hace falta que canten estas cosas para ver con que endereza andan por el mundo. No solo la gente sin carrera lleva palos en la vida. Hay que tener un poco de humildad. Y ciertamente a mi también me gusta bromear con algunos aspectos que toca la canción, pero por favor gente... Córtense, nada en alto grado es bueno. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa!
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